La pandemia provocada por el coronavirus ha cambiado nuestra vida y seguirá haciéndolo en muchos sectores como el turismo o la cultura, al menos hasta las autoridades sanitarias concluyan que no supone un riesgo la salud. El transporte será uno de los sectores que tendrán que transformarse, como por ejemplo los viajes en avión.

El verano está cerca pero aún, como ha explicado la vicepresidenta de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, “no hay un calendario oficial” pero aun así el Gobierno ya está estudiando cómo se llevará acabo la fase de desescalada. No solo el Ejecutivo, también las compañías aéreas quienes están siendo una de las más afectadas y tendrán que adaptarse a esa nueva fase.

Nuevas medidas para poder viajar en avión

Varias compañías aéreas ya están estudiando su adaptación. Algunas ya han empezado a planear qué procedimientos se tendrían que llevar a cabo para proteger la salud de los pasajeros y tripulantes. Estas son las medidas que te esperan cuando vuelvas a viajar en avión:

El distanciamiento social

La distancia de seguridad es una de las medidas que recomiendan las autoridades sanitarias para evitar contagios, entre un metro y medio y dos. Una medida que los aviones ya estudian cómo aplicarla. La empresa Delta bloquea los asientos centrales en todos los vuelos desde el pasado 13 de abril y hasta el 31 de mayo.

La compañía aérea anunció que quienes determinarán donde sentar a los pasajeros serán los agentes de la puerta de embarque. Esta decisión, en principio, supondrían que se venderían menos billetes de avión en cada vuelo y esto podría suponer un aumento del precio.

El director ejecutivo de EasyJet, comentó que la opción de dejar el asiento central vacío sería probable cuando se reanuden los viajes. Sin embargo, el director de Ryanair, Michael O'Leary, calificó esta propuesta de “loca”, porque serían "irremediablemente ineficaces" e inviables económicamente, publica ABC.

Contacto con la tripulación en el avión

No solo es importante evitar el contacto entre viajeros sino también con la tripulación del avión. Otra de las propuestas es racionalizar los servicios de bebidas y alimentos, de esta forma disminuyen los puntos de contacto que puede haber entre el cliente y la tripulación.

Reducir la venta de billetes de avión

La compañía aérea Wizz Air está estudiando cómo hará frente a la situación que vendrá después del confinamiento. Una de sus propuestas es programar aviones con solo dos tercios de los asientos completos. “Un avión de 180 plazas se convertiría en uno de 120”, explicó el presidente ejecutivo de Wizz Air, Jozsef Varadi, en una entrevista de Reuters.

Controles a los viajeros en avión

La compañía irlandesa, Ryanair, se mostró dispuesta a introducir controles de temperatura y uso de mascarillas cuando se reanuden los vuelos.

Emirates va más allá y propone hacer test de sangre rápidos para subir a los aviones. Esta prueba ya ha sido utilizada por la compañía a todos los pasajeros que viajaron de Dubái a Túnez del 15 de abril.

El “test rápido de sangre” se hizo en el área de check in, es decir, donde los viajeros tienen que presentar sus documentos de identidad antes de subir al avión. Las Autoridades de Salud de Dubái fueron quienes realizaron el análisis y solo tuvieron que esperar 10 minutos para tener los resultados.

La compañía de Emirates están trabajando en “aumentar la capacidad para hacer test en el futuro y ampliar a otros vuelos”. Además, explicó el jefe de Operaciones, Adel Al Redha, “esto nos permitirá hacer pruebas in situ y tener certificados Covid-19 para entrar en los países que lo requieran”.

Uso de mascarillas en el avión

El uso de mascarilla es una recomendación por parte de las autoridades sanitarias, pero evita el contagio por coronavirus. Por eso, esta medida ya la están implantando tanto en los aeropuertos antes de coger el vuelo como cuando el pasajero se sube al avión.

Asiento central invertido

Algunas compañías aéreas proponen no ocupar el asiento central, pero, una firma italiana Avio Interiors, ha propuesto como solución: invertir el asiento central con una pantalla de cristal que lo rodee, como solución cuando las restricciones de los vuelos se solventen. De esta forma, habría dos viajeros en los extremos, y el asiento central estaría dado la vuelta protegido por un cristal.

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