Marina Segura

La demanda de ayuda para poder comer no ha disminuido en Madrid con el fin del estado de alarma y más de 350.000 personas, un 6 % de la población de la región, siguen sobreviviendo gracias a los bancos de alimentos, administraciones y entidades solidarias de todo tipo.

La emergencia social derivada de la pandemia hizo que el Banco de Alimentos de Madrid incrementase el número de comidas mensuales diarias de 130.000 a 190.000, una cifra que sigue igual a día de hoy, subraya a EFE su portavoz, Elena Doria.

El Ayuntamiento de Madrid también mantiene los mismos datos de los últimos meses y ha tenido que hacer un refuerzo histórico de casi 300 trabajadoras sociales para afrontar las nuevas necesidades, indican fuentes del área de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Consistorio.

Desde el inicio de la pandemia, el acumulado de personas atendidas suman 153.000 y continúan funcionando las cocinas puestas en marcha por el Ayuntamiento en distritos como Villaverde, que este fin de semana repartió el menú 100.000 durante dicho periodo de tiempo.

El hecho de que el fin del estado de alarma no haya contribuido a mejorar la situación puede deberse a que persisten los problemas para cobrar los ERTE, muchas personas no han recuperado su anterior empleo y hay empresas que han cerrado, señala Elena Doria.

Otra de las posibles razones de por qué no ha bajado la demanda de ayuda es que la mayoría de las despensas solidarias que montaron las redes vecinales de forma espontánea han echado el cierre.

Actualmente solo permanecen abiertas una veintena de las 76 despensas y varias de ellas tienen previsto clausurar en agosto, ya que después de muchos meses de estar al pie del cañón, los recursos y las energías de los vecinos se han debilitado: muchas personas se han reincorporado a sus trabajos y las donaciones se resienten porque han sido muchas semanas en las que han tirado de sus propios recursos para echar una mano.

Según indica a EFE la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), desde el inicio de la crisis las despensas han alimentado a más de 52.000 personas, en total 15.000 familias, de las que 13.000 residen en la capital.

A todas estas personas hay que añadir las que ha asistido Cruz Roja o Cáritas, con lo que el total asciende a más de 350.000. Entre ellas, y solo cuantificando las del Banco de Alimentos, figuran 30.000 menores, 10.000 de ellos lactantes.

De cara a septiembre, explica Elena Doria, serán necesarias de nuevo las donaciones de particulares y empresas, aunque ahora mismo estamos bien de stocks y tenemos para uno o dos meses.

El Banco de Alimentos recepciona alimentos procedentes de los sectores público y privado y los reparte entre 537 entidades solidarias, que, a su vez, los hacen llegar a las personas necesitadas de comedores sociales, residencias de mayores, de jóvenes o infantiles y hogares de acogida, entre otros.

Durante el mes de agosto, explican desde el Ayuntamiento, se reforzará con 24,2 millones de euros la ayuda alimentaria en todos los distritos de la ciudad para apoyar a las familias vulnerables y "en breve" se pondrá en funcionamiento la tarjeta familiar, con la que podrán acudir a los supermercados a comprar los productos de primera necesidad.

En estos momentos se están puliendo cuestiones técnicas del sistema de tarjetas.

Los inmigrantes sin papeles también tienen derecho a estas ayudas pero se tienen que empadronar . El Ayuntamiento está haciendo un gran esfuerzo para facilitarlo, explican desde el área de Familias, Igualdad y Bienestar Social.

No solo los inmigrantes han acudido en busca de ayuda para poner un plato en la mesa sino también numerosos españoles, los perfiles son muy diversos, subrayan las portavoces del Banco de Alimentos, de la Federación de Vecinos y del Ayuntamiento. EFE

Msr / mcm

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