El caudal del río Ebro a su paso por Zaragoza ha comenzado a bajar después de alcanzar su pico entre las 12.30 y las 14.15 horas, con 1.633 metros cúbicos por segundo, lejos de las cifras de anteriores crecidas extraordinarias en 2015, 2018 ó 2021.

En cuanto a la altura, el máximo se ha registrado entre las 13.00 y las 14.15 horas, con 4,51 metros, y también ha empezado a descender.

Por tanto, la avenida se dirige ahora hacia la Ribera Baja, aunque la situación está "muy controlada", ha asegurado la consejera de Presidencia, Interior y Cultura del Gobierno de Aragón, Tomasa Hernández.

En todo caso, se mantiene activado el Plan Especial de Protección Civil de Emergencias ante el Riesgo de Inundaciones (PROCINAR) en fase de Emergencia Nivel 2, con el objetivo de que haya coordinación entre los medios y se informe de manera puntual a los vecinos de la Ribera Baja.

En cuanto a la Ribera Alta, donde la crecida del Ebro no ha afectado a los cascos urbanos, aunque sí que ha anegado algunos campos de cultivo y explotaciones ganaderas, todos los marcadores están en descenso, así que el Puesto de Mando Avanzado se ha trasladado desde Luceni hasta Pina de Ebro, en la Ribera Baja.

En la capital aragonesa, la crecida se ha quedado "justo en el límite" de ser extraordinaria y ha pasado sin producir daños materiales ni personales en la ciudad, ha confirmado la alcaldesa, Natalia Chueca.

No obstante, los servicios municipales han tenido que actuar para arreglar una mota en el barrio rural de Movera o desalojando de modo preventivo a los vecinos de las urbanizaciones Torre Urzaiz y Torre Sancha.

Asimismo, el Consistorio zaragozano ha habilitado unas 800 plazas provisionales de aparcamiento en la Estación del Norte para que los vecinos del distrito del Actur, donde es frecuente que se inunden los garajes, puedan dejar sus vehículos sin que sufran daños.