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El emir de Qatar y su ambición desmedida: "Es imprescindible que cada uno de mis hijos tenga una isla"

A diferencia de los jeques, los emires cuentan con un trato de personalidades de alto rango en sus países, y el cargo es el equivalente al de Príncipe a un Principado

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Tiempo de lectura: 2'Actualizado 12:53

Cuando hacemos referencia a las riquezas de oriente medio, normalmente damos por hecho que no nos vamos a encontrar con una familia real al uso, y es que este tipo de fortunas son de lo más únicas e irreverentes. Así es como siempre hemos podido comprobarlo con múltiples ejemplos en muchos lugares del mundo.

Uno de los ejemplos más llamativos lo encontramos en Catar, allí Tamim bin Hamad Al Thani, es quien se encarga de llevar a cabo el gobierno del país catarí. Es el actual emir de Catar, perteneciente a la dinastía de los Al Thani. El 25 de junio de 2013 su padre Hamad bin Jalifa Al Thani anunció, ante los miembros de la familia real y figuras prominentes de la sociedad catarí, su voluntad de abdicar en Tamim.

Si bien la capacidad económica de estos multimillonarios, el caso de Al Thani es de lo más particular. Es sobradamente conocido, que una de sus mayores inversiones es la que hizo en materia deportiva, cuando se hizo cargo del Paris Saint-Germain, siendo la segunda gran inversión que un jeque realiza en un equipo, después de la que se produjo en el Manchester City.

Sin embargo, para los Al-Thani, el fútbol no ha sido la única prioridad, de hecho hay algo en particular que supone un gran interés para la familia, y que ha gustado mucho en la familia: las islas mediterráneas. Dice Al-Thani que necesita "una isla por cada uno de sus veinticuatro hijos". Las bellas protuberancias de tierra que sobresalen en el mar hacen parte de un pequeño archipiélago griego conocido como Echinades a unos cuantos kilómetros de la gran isla de Ítaca, famosa en el clásico libro de Homero, La Odisea.

Hace menos de una década, el emir firmó el acuerdo de compra de Oxia, la isla más grande de las que vio el Emir. La venta se cerró por 6.3 millones de dólares, pero según el Financial Times el negocio, un acuerdo que tardó en hacerse efectivo, porque el proceso para obtener los permisos sobre las tierras, trámite que realizan los funcionarios griegos, está demorado y puede llegar a tardar más de un año.

“Cuando compras una isla, aun si eres Emir de Qatar, toma cerca de año y medio hacer todo el papeleo” dijo Ioannis Kassianos, alcalde de Ítaca. Pero Khalifa al-Thani lo quería todo, así que firmó un acuerdo por otros 4.5 millones de dólares con David Grivas, dueño de las otras cinco islas que le gustaron, para completar así su deseo de tener un pequeño archipiélago en el Mediterráneo.

Regalos institucionales

El tener mucha riqueza no solo da capital y pulmón financiero para uno mismo, sino que además aporta la posibilidad de hacer "regalos desinteresados" a los países vecinos. Un caso llamativo fue el desembolso que procedió Al-Thani al presidente turco Erdogan; un avión de más de 400 millones de euros. El jeque se lo regaló en 2018 y su tamaño superaba al avión privado de Donald Trump con 76 metros de largo y capacidad para 467 personas.


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