A nadie se le escapa que los  ganaderos (y agricultores) españoles han estado muchas semanas alzando su voz con movilizaciones que reclamaban soluciones para un sector clave en España. Entre sus denuncias, los bajos precios de sus productos en origen que ascienden considerablemente cuando son vendidos al consumidor, como refleja el siguiente gráfico elaborado por COAG, en el que se puede ver cómo productos derivados de la ganadería (huevos, carne o leche) llegaron a multiplicar casi hasta por tres su precio.  Una situación que no hace sino agravar la tremenda crisis que atraviesa el campo español. 

Precios que según ha denunciado el propio sector son de hace tres décadas, incluso hay algunos productos, como la leche, que no llegan ni siquiera a cubrir los precios de producción. Y eso pese a que su demanda crece. Durante 2019, las entregas totales de leche cruda en España ascendieron a 7.221.934 toneladas, lo que supone un 1,4% más con respecto a 2018, según informa el ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación.

Tampoco ayuda en esta crisis, el recorte previsto en la PAC (Política Agraria Común), que se está negociando. Casi un 30 por ciento de la renta de los ganaderos depende de estas ayudas, con lo que un tijeretazo supondría dificultades mayores para  el sector.

EL CORONAVIRUS PONE A LA GANADERÍA EN VALOR

Es cierto que la situación crítica provocada por el coronavirus, ha puesto en valor en cierta medida, el carácter estratégico del sector ganadero español,  capaz de garantizar en estas circunstancias el suministro de alimentos.

No obstante pese a que la crisis sanitaria  ha puesto en pausa las movilizaciones, las negociaciones con el Gobierno seguirán en marcha con la idea de definir un plan de choque que ponga fin a la crisis de la gandería (y agricultura).

CAMBIOS

En las últimas décadas  la ganadería española ha sufrido numerosos cambios, en buena medida por las reformas de la PAC, marcadas desde la Unión Europea. Adaptarse a estas normas ha permitido a España acceder a un mercado internacional, en el que desaca el sector cárnico español, entre ellos el vacuno. 

Los pedidos de carne de vacuno fuera de nuestro territorio se han incrementado un 17% en volumen respecto a 2018, según explica Provacuno, la organización Interprofesional de carne de vacuno. Las exportaciones ganaron peso en 2019 hasta alcanzar los 800 millones de euros.  Los principales destinos de esta carne son los países de la UE, si bien fue de la UE la demanda no deja de crecer. Además se buscan nuevos mercados como Vietnam, Singapur  y Japón.

En general las exportaciones representan una parte muy importante de la producción nacional. Las de elaborados cárnicos crecieron un 4% en 2019, un crecimiento que no es nada nuevo, ya que acumula  diez años consecutivos al alza,  según datos del Observatorio Sectorial DBK de Informa.

EXCELENCIA

Quizás en esta demanda tenga algo que ver la calidad de los productos ganaderos españoles que cuentan con el reconocimiento de numerosas denominaciones de origen (DO) e  Indicaciones Geográficas Protegidas  repartidas por todo el territorio como  es el caso de la Ternera de Extremadura o la Ternera de los Pirineos Catalanes.