El mito de pegar el estirón

En la combinación de esas posibilidades está la altura, y que lo del estirón es un cuento patatero, que sí que se da, pero a cada uno le llega según la herencia de sus padres influenciada por la alimentación.

Un estudio examina el ADN de más de 250.000 europeos para conocer qué factores influyen principalmente en la estatura humana. Se identificaron 697 variantes genéticas en más de 400 regiones del genoma implicado en la estatura, es decir el triple de las conocidas hasta ahora. Tonu Eskio, uno de los autores del estudio explica que la novedad está en que "ahora podemos explicar alrededor de un 20% de la herencia de la altura, contra 12% que constaba hasta hoy".

Y es que los genes tienen talla. Heredar muchos genes de la 'XS' o más de la 'M' o tener enchufe con los de 'XL' para el fémur, resulta que es cuestión de probabilidad. Así que padres y madres del mundo, este estudio llega para tranquilizar a quienes se encuentren en la franja del estirón. El crecimiento según estos expertos tiene ritmo propio y varía de niño a niño. Además los investigadores también han averiguado factores que pueden ayudar a aquellos que verdaderamente tienen problemas de crecimiento.

En La Tarde de COPE, un experto genetista, Pere Puig Doménech, ha explicado que este estudio es uno de los más completos que existe y que "lo que nos dice es que hay una herencia, sabemos que de padres altos salen hijos altos y de bajos salen bajos; Lo contrario puede ocurrir, pero el estudio especifica que son combinaciones de más de 700 variantes genéticas" por lo que predecir la altura es ariesgado.

En cuanto a lo de 'pegar el estirón', el doctor ha sido tajante y con buen sentido del humor ha explicado que "en ese periodo la energía se reparte entre el cuerpo y el cerebro. Hay niños que en principio dirige más energía hacia el cerebro y cuando forman sus conexiones cerbrales, eso ocurre como a los 12 años, la energía vuelve a focalizarse en el cuerpo". Ocurre también al revés, niños que crecen antes y desarrollan después esas conexiones cerebrales. Y así se conforma el equilibrio mente y cuerpo hasta los 25 años. El doctor Puig Doménech insiste en que "cada persona es diferente y tiene sus ritmos".

No hay trucos para crecer más de lo que nos corresponde. Ni siquiera los miniyogures que prometían el metro setenta y cinco tienen nada que ver. El doctor Puig insiste en que la buena alimentación es la clave para un crecimiento óptimo. Así pues, quedan descalificadas las tonterías de Mery Poppins con la cucharadita de azúcar y el medidor, el colgarse de las puertas, hacer el pino puente o arte por las paredes con la marca de lápiz que no, nunca va a superar el metro y medio, por mucho que te pongas de puntillas. 

En caso de ser alto/alta, suerte con los topicazos de quedarte dormido de pie, asume que es mejor comprarte un traje que invitarte a comer, que no ganarás para ropa, y no te olvides de los techos bajos del metro,

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