El Archivo General de Indias de Sevilla ha elegido como documento del mes de julio la historia del marinero Domingo de Urrutia o Barruti, natural de Lekeitio (Vizcaya), que fue abandonado hace quinientos años en Borneo durante el viaje de la primera vuelta al mundo.

El abandono del marinero ocurrió "en un momento crítico" de la expedición, tras la muerte de Magallanes "y muchos de sus hombres, la huida de la isla de Cebú y el desconocimiento del rumbo a seguir", lo que ponía "en duda la viabilidad de la expedición", recuerda el Archivo.

"La exigua armada de la Especiería, ya sin su comandante Fernando de Magallanes, tuvo que huir precipitadamente" de Borneo, explica el Archivo de Indias, que ha decidido recuperar lo ocurrido con "este olvidado marinero" y contribuir "a conocer la historia de aquellos hombres que se jugaron la vida en esta arriesgada empresa".

Junto a Domingo, quedaron en Borneo Gonzalo Hernández y un hijo natural de Juan Carvalho, que había tenido con una nativa del Brasil y que habían recogido a su paso por esa costa.

A todos los dieron por muertos, "aunque las circunstancias no están claras", señala el documento, en el que se recuerda que Juan Sebastián Elcano también desembarcó en Borneo pero pudo regresar a los barcos.

Una vez que el sultán les autorizó a desembarcar tras varios días, siete tripulantes les llevaron presentes, para lo que les recogieron dos elefantes que les condujeron hasta el palacio real.

El marinero abandonado no llegaba a los 20 años cuando embarcó en la nao Trinidad, según la lista de tripulantes de la expedición, aunque parece que había recibido cierta formación intelectual y sabía escribir, por lo que ejerció de escribano.

Al menos así se desprende del cuaderno de autos formado en la demanda presentada por sus padres ante el Consejo de Indias, por la que reclamaban su derecho a percibir el salario y las quintaladas que pertenecían a su hijo.

A Domingo le correspondían 28.360 maravedíes por los 23 meses y 19 días de oficio, aunque de ellos ya se le habían abonado antes de partir 4.800 maravedíes y además contrajo una deuda con Magallanes por 15.190 maravedíes, por lo que a sus herederos les debieron quedar 8.370 maravedíes.

El especialista en la primera vuelta al mundo Tomás Mazón añade que en este episodio, el capitán Gonzalo Gómez de Espinosa llegó a amenazar al rajá, al que le envió la cabeza de un sobrino diciéndole que le haría lo mismo a él si no soltaba a sus compañeros.

Por ese motivo se incluye una cabeza en la concesión real de escudo de armas a Gonzalo Gómez de Espinosa, que fue apresado por los portugueses en las Molucas y llegó a España cinco años después que Elcano.