En invierno aumenta el riesgo de padecer otitis, especialmente en los menores. Y resulta que 2 de cada 3 casos de esta infección de oído, que también afecta a los adultos, se producen por las bajas temperaturas, gripes y resfriados típicos de esta época del año.

Esto se debe a que al aumentar la producción de moco en la nariz y la garganta, que están comunicados con el oído medio, pueden hacer que se acumule también en estos lugares, produciendo dolor. En ocasiones los virus y bacterias de la garganta llega al oído medio y causan las infecciones, que es cuando hablamos de otitis media aguda. Además, las bajas temperaturas también pueden afectar al oído externo.

¿Qué es la otitis?

La otitis es la inflamación del oído. Existe diferentes tipos de otitis, pero la más común se denomina otitis media.

La otitis media es la presencia de líquido (con o sin pus), llamado exudado, y que es producto de una inflamación, en la cavidad del oído medio, que se encuentra detrás del tímpano.

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Esta otitis se tiene lugar cuando la trompa de Eustaquio se obstruye. La función de esta trompa consiste en drenar el líquido que se produce en el oído medio. Por lo tanto, si se obstruye, este líquido se puede acumular y producirse una infección.

Síntomas

Los síntomas más comunes son un dolor fuerte en la zona y, en caso de que la enfermedad progrese, se produce la supuración y estrechez del conducto auditivo, además de la pérdida temporal de audición, debido a que la inflamación no deja pasar el aire. Es por esto que es recomendable que, pasados los 3 o 4 días tras la visita a urgencias y el tratamiento con antibioterapia tópica, acudir al otorrino, ya que esta patología puede dar muchos problemas a posteriori y es conveniente tenerla controlada.

¿Cómo podemos prevenirlas?

El otorrino del hospital San Carlos, Manuel Gómez Serrano, explica que "para prevenir y tratar el dolor del oído externo hay que protegerse del frío". Mientras que, para tratar las presencias de las otitis medias agudas, se pueden reducir su incidencia tratando los cuadros catarrales que la han provocado de forma eficaz. Por otro, lado usar unas buenas orejeras puede ser una buena alternativa y solución para evitar llegar a padecer otitis.

Otro consejo que es clave para la prevención de la otitis es evitar la manipulación de los oídos. Resulta que el uso de bastoncillos de algodón y los autolavados aumentan el riesgo de que haya infecciones en el oído externo.

Tampoco es conveniente usar tapones, salvo que sea necesario. El uso de tapones en el orificio externo puede, además de lesionar la piel del conducto auditivo, puede introducir el cerumen que hay en este, evitando la ventilación y la limpieza del oído.

En caso de quepadezcas otitis externas de forma repetitiva, es recomendable que uses gotas óticas preventivas. Las personas que sufren infecciones de la piel del oído con la entrada del agua, además de evitar mojarse con agua, es aconsejable que su médico (preferiblemente el otorrinolaringólogo) les prescriba unas gotas para desinfectar el oído.