Con camiseta térmica, abrigo e incluso manta. Así han comenzado a asistir a clase los estudiantes madrileños para soportar el frío que ya comienza a hacer en las aulas. Y es que a la ventilación al principio y final de las clases se añade la recomendación de hacerlo también con las aulas ocupadas, con ventilaciones más cortas, de 2 a 5 minutos, pero más frecuentes, cada 15 ó 20 minutos. Y eso se empieza a notar en las aulas, como cuenta a COPE Celia, estudiante de segundo de bachillerato, “pasamos tanto frío que hasta los profesores nos han dicho que traigamos mantas, pero cuando sea diciembre o enero nos vamos a congelar porque aunque están los radiadores puestos, con las ventanas abiertas no calientan nada”.

Con manta acuden también los estudiantes del Instituto Juan de Mairena de San Sebastián de los Reyes. Su directora, Marián González, explica a COPE que “la ventilación natural es lo más eficaz y la mantendremos mientras dure la pandemia”. Así que mantienen siempre ventanas y puertas del aula abiertas para garantizar la ventilación cruzada. “Les hemos pedido a los estudiantes que vengan abrigados y traigan una manta porque se ha demostrado que lo más eficaz es abrir”. En el centro –dice- los estudiantes se han adaptado a la medida “porque tienen que hacerse fuertes y saber que estamos en una circunstancia muy mala y que todos tenemos que poner de nuestra parte”.

La Comunidad de Madrid ha comunicado a los centros que habrá medidores de CO2 para comprobar que la ventilación de las aulas es adecuada, que los niveles de dióxido de carbono están próximos a las 400 partículas por millón (ppm) del aire del exterior. Entre 500 y 700 ppm serían niveles aceptables, pero si llegan a 800 la ventilación sería obligatoria.

Desde la sección de Enseñanza de CCOO, su secretaria Isabel Galvín, valora positivamente la instrucción de la Comunidad pero pide que se faciliten los medios o aparatos de filtrado a todos los centros por igual “y no se deje a la capacidad de las familias, de los centros o de los ayuntamientos que adquieran esos medios”.

Para el secretario regional de Escuelas Católicas, José Antonio Poveda, “es una medida a la que nos tendremos que acostumbrar junto con el gel y la mascarilla” así que “hay que confiar que son las medidas adecuadas”. “Generará una falta de confort, claro, habrá que paliarla con más ropa de abrigo, pero es que la situación es la que es” aunque apunta que los estudiantes se han adaptado bien a todas las medidas.