Una oportunidad para la Cataluña real

Las reacciones a la sentencia del Procés no se han hecho esperar. El Presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha recordado que nuestra democracia ofrece todas las garantías y ha pedido que se acate la decisión del Tribunal, asegurando que las penas se cumplirán íntegramente. También ha opinado que estamos en los estertores de una etapa política superada y ha propuesto dar un paso hacia el diálogo y la convivencia. Sánchez ha llamado a los líderes de los principales partidos para solicitar su colaboración leal en los próximos pasos que sean necesarios en Cataluña. El Presidente del PP, Pablo Casado, le ha pedido que acompañe sus palabras con los hechos, mientras Rivera le exigía que excluya definitivamente la posibilidad de los indultos.

El Presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha dicho que la sentencia es un acto de venganza, mientras asegura que no será un obstáculo para la independencia. Veremos hasta dónde llega su incitación a la desobediencia frente al Estado de Derecho protagonizada en la calle por los CDR, que amenazan con cortar las principales infraestructuras de Cataluña.

Pero cuando pase esta primera ebullición el independentismo tendrá que hacer cuentas con el hecho insoslayable que señala esta sentencia: la victoria de la legalidad constitucional sobre el delirio del Procés. Y ante eso se abrirán dos posibilidades: buscar un nuevo camino dentro de la ley que permita rehacer la convivencia, o echarse al monte, sabiendo ya cuál es el horizonte al que aboca semejante irresponsabilidad. Tras la inflamación de estas horas, debería abrirse paso la Cataluña real, mucho mejor que los líderes que la han amordazado.