Torra se debe marchar

El Presidente de la Generalitat, Quim Torra, compareció ayer para dejar claro que su posible inhabilitación por el Tribunal Supremo no influirá en su negativa a convocar elecciones.

En una declaración institucional Torra culpó al Estado español de sus desgracias judiciales, cargó una vez más contra la democracia española y se escudó en la pandemia para escapar de sus responsabilidades. Torra desobedeció y lo hizo conscientemente, por eso se le puede inhabilitar. Y si eso sucede, no puede seguir obstaculizando el funcionamiento de las instituciones políticas catalanas, Parlamento incluido.

No es verdad que el Estado español o los jueces sean responsables de la parálisis institucional en Cataluña, como tampoco lo son de la profunda división que aqueja al Gobierno de la Generalitat. La supuesta unidad de las fuerzas independentistas es una ficción.

El Ejecutivo catalán está marcado por la desconfianza y la falta de un proyecto común para hacer frente al día de día de la crisis sanitaria, económica y social. Por eso es necesario, frente a lo que Torra anuncia, que se convoquen elecciones. Hoy se lo ha pedido el Parlamento de Catalunya. Se lo han pedido incluso la CUP y Esquerra.

Estos últimos porque son conscientes de que si ellos son los encargados de ejercer la Presidencia después de la inhabilitación, tendrán las manos atadas y deberán cargar con los sinsabores de una crisis sin precedentes. La Presidencia de Torra ha entrado en la cuenta atrás y en sus manos está facilitar un tiempo nuevo