En las últimas horas parecía crearse una oportunidad para que no se repitan elecciones o para que fuera razonable que el Rey encargase a Sánchez que intentara una nueva investidura. Ciudadanos ha propuesto al PP abstenerse para facilitar la investidura siempre que se cumplan tres condiciones. Sánchez ha hablado por teléfono con los líderes de PP, Ciudadanos y Podemos antes de su entrevista con Felipe VI, suponemos que para saber si cuenta con los votos necesarios. El Rey no tiene la misión de muñir una mayoría suficiente, solo encargará Gobierno si esa mayoría existe.

Es una buena noticia que Rivera ya no se niegue a un posible acuerdo con el PSOE, lo que permitiría que el líder socialista corrigiera sus posiciones hacia el centro. Pero la oferta de Ciudadanos debería haber llegado antes. Con más tiempo hubiera sido posible conseguir un acuerdo. Las condiciones que ha puesto en líder del partido naranja en el último momento son ahora de casi imposible cumplimiento.

La sospecha de que Rivera no está pensando tanto en evitar una repetición electoral como en mejorar su imagen para los nuevos comicios es fundada. Cuando esta misma tarde el Rey comunique su decisión, muchos españoles tendrán la sensación de que nuestra clase política ha estado solo pensando en mejorar su posición sin mucho respeto por las instituciones y poca atención al bien común. Las ofertas y contraofertas de pacto, empezando por las de Sánchez, han sido muy poco sinceras. Ha habido poca o ninguna voluntad de acuerdo.