Necesitamos tener un buen Gobierno

Mañana los españoles estamos llamados a votar de nuevo. Volvemos a votar incómodos y perplejos por la actitud de la clase política. Los líderes de los partidos políticos ni supieron ni quisieron ponerse de acuerdo para conformar una mayoría suficiente tras las elecciones de abril. Esperemos que el lunes no se perpetúe el bloqueo.

Algún distinguido sociólogo ha señalado que en España hay una polarización inducida por las élites políticas y mediáticas. Esa polarización, por desgracia, se traslada a la vida social. Lo cierto es que

la mayoría de los votantes han optado en las tres últimas elecciones por partidos constitucionalistas que comparten un amplio consenso en cuestiones básicas. La coincidencia en algunas cuestiones esenciales es un patrimonio político y social, pero es necesario cuidarlo para que no aumente la tendencia a apostar por fórmulas contrarias al sistema.

La mayoría de los españoles desea tener un Gobierno que afronte los problemas reales, que aborde la situación en Cataluña con la ley y con propuestas realistas, que lleve a cabo las reformas pendientes en muchas materias en un momento en el que la economía se ralentiza. Un Gobierno que no nos enfrente y que reconozca la concordia que se da en la vida social.