La campaña de Manos Unidas para este año 2023 está en marcha. El lema se centra en el desafío de la desigualdad. Su magnitud hace que en muchas ocasiones la desigualdad se haya convertido en algo inamovible, contra lo que parece imposible luchar. Manos Unidas se ha propuesto no solo redoblar esfuerzos económicos, materiales y personales, sino invertir en sensibilización con el objetivo de provocar un cambio de mentalidad.

Frenar la desigualdad y corregirla puede ser el fruto de un trabajo conjunto y cooperativo en el que todas las partes implicadas asuman la parte que les corresponda. Sin negar la dimensión institucional y estructural de este grave problema, Manos Unidas ha querido poner el foco de atención en lo aparentemente pequeño. La sociedad, en su conjunto y cada una de las personas que la constituyen, son portadoras de competencias, habilidades y recursos que, debidamente empleados, podrían ayudar a corregir las desigualdades nacionales e internacionales.

Durante los próximos cinco años, Manos Unidas centrará su compromiso en la reducción de las brechas de desigualdad que atentan contra la dignidad de millones de seres humanos. Superar el asistencialismo y fomentar la participación son metas que pueden alcanzarse. Manos Unidas lleva decenios trabajando en la consecución de este objetivo. Su excelencia, históricamente avalada, demuestra que allí donde se capacita a las personas, se construyen infraestructuras, se edifican escuelas y se invierte en sanidad, todo ello con el impulso de una fe que, comprometida con justicia, se reducen las inequidades y se fomenta la convivencia.