Línea Editorial: "Formas populistas de conseguir el voto"

Todos recordamos propuestas surrealistas como aquel Plan E de Zapatero, que como era de prever no hizo fortuna, o más recientemente los famosos 400 euros del bono cultural que propuso Pedro Sánchez, que nunca llegó a muchos jóvenes que lo solicitaron, o que directamente generó un mercado negro de bonos en la red.

Ahora Yolanda Díaz, mientras dice generalidades insustanciales como que Sumar es la casa de todas las izquierdas, ha propuesto entregar 20.000 euros para que puedan emprender todos los jóvenes que cumplen 18 años, todo revestido de demagogia y humo bajo el anzuelo de la llamada "herencia universal".

La izquierda, más o menos radical, no escarmienta. En lugar de incentivar la producción y el empleo, opta por regar de forma demagógica, y curiosamente siempre en campaña electoral, los bolsillos de determinados colectivos. Por supuesto, el insostenible planteamiento se trata de cuadrar con la nefasta fórmula, también conocida, de esquilmar aún más los bolsillos de los sufridos contribuyentes.

Es el peligro de jugar a ser una suerte de izquierda bienqueda, habitualmente alejada de la realidad y dispuesta a cualquier ocurrencia, por disparatada que sea, con tal de atraer un voto que llevarse a las urnas.