Crisis de la V República francesa

La V República francesa se encuentra en estado de conmoción. Nicolas Sarkozy, presidente durante los años 2007 a 2012, se ha convertido en el primer jefe de Estado de la Unión Europea en entrar en la cárcel. A sus setenta años ha sido condenado a cinco años por conspiración criminal para financiar su campaña electoral a la presidencia con dinero procedente del dictador libio Muamar el Gadafi, a cambio de favores diplomáticos. En el proceso fue absuelto de los cargos de malversación de fondos públicos y de incumplimiento de la ley electoral. Sarkozy se ha declarado víctima de un calvario judicial y atribuye la situación a un intento de humillar a Francia.  

La nación atraviesa una grave crisis económica y social con una situación política inédita causada por la ausencia de mayorías claras y la imposibilidad de acuerdos estables, a lo que se une la incapacidad de garantizar el sistema de bienestar. La propuesta de reformas, empezando por las pensiones, agudiza el descontento que afecta ya a la clase media. La personalidad política de Emmanuel Macron, que ha tenido cinco primeros ministros en dos años, está bloqueada en un permanente laberinto, entre la derecha populista de Le Pen y la izquierda de la Francia Insumisa. Para más desgracias, el robo en el emblemático museo del Louvre ha dejado tocado el orgullo francés. La pregunta ahora es qué debe ocurrir para que se inicie el proceso de refundación del sistema político francés en un contexto de incertidumbre europea