La sociedad civil indefensa, objetivo de Netanyahu

El Papa León renovó ayer su llamamiento a “un alto el fuego inmediato” tras el ataque del ejército israelí contra la parroquia de Gaza. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, calificó de ‘inaceptable’ el nuevo ataque contra la sociedad civil, en el que murieron dos personas y varias resultaron heridas, entre ellas el párroco, el argentino Gabriel Romanelli, convertido a su pesar en icono de la denuncia de la vulneración de derechos humanos en Gaza. Su parroquia es refugio para unas 500 personas. Llegó a albergar a más de mil, pero en las últimas semanas muchas han huido hacia Egipto. Uno de los objetivos del Gobierno de Israel con sus ataques es provocar la salida de los civiles de Gaza.

La ONU acaba de denunciar que cerca de 900 personas han muerto desde finales de mayo mientras intentaban conseguir alimentos en los centros gestionados por la Fundación Humanitaria de Gaza, que actúa con respaldo de EE.UU. e Israel, después de que Netanyahu haya expulsado a la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos y haya convertido en inviable la ayuda humanitaria. Este es uno de los argumentos que llevó ayer a un grupo de juristas internacionales a denunciar a las instituciones comunitarias ante el Tribunal de Justicia de la UE por “inacción grave y prolongada ante las violaciones del derecho internacional en los territorios palestinos ocupados”. Está por ver que la vía judicial sea la adecuada, pero el recurso acierta a retratar la pasividad de los 27 ante lo que está sucediendo.