Un Plan de Defensa sin el parlamento
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Madrid - Publicado el
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El anuncio de Pedro Sánchez de incrementar en 10.400 millones de euros el gasto en Defensa hasta alcanzar el 2% del PIB en este mismo año no ha pillado por sorpresa, dado que era una exigencia contraída hace tiempo. La inversión en Defensa no es una cuestión menor dado que afecta la soberanía nacional. Lo que representa una anomalía en toda regla es que el denominado ahora Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa salga adelante a espaldas del Parlamento. Y que, para justificar esta medida, confundiendo los planos, se diga que contará con el refrendo de la OTAN y de la Unión Europea.
Sustraer al parlamento una propuesta de este calado, con relevantes repercusiones en la planificación de la economía española, refleja una forma de gobernar impropia de una democracia parlamentaria. El presidente del Gobierno no puede impedir que el Congreso realice una de sus funciones básicas, el control del gasto público. Como es una anomalía que un plan de tal montante económico, que afecta a partidas presupuestarias de varios ministerios y que compromete a futuros Ejecutivos, se haga sin la base de unos Presupuestos Generales del Estado.
El incremento del gasto en Defensa no puede ser resultado de una maniobra opaca del presidente del Gobierno. El gobierno de España será el único de la Unión Europea que, ante el cambio en el escenario internacional, no lleve al parlamento su Plan de defensa. Un síntoma de la degradación democrática que demanda unas elecciones generales cuanto antes.
                
                        
            
                    


