J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Egipto: fomentar el diálogo, tender puentes

El viaje que el Papa Francisco inicia el viernes próximo a Egipto está siendo cuidado al máximo. No solo porque la seguridad se ha convertido en una cuestión central tras los atentados contra iglesias coptas en la pasada Semana Santa, sino porque viajar a un país de mayoría musulmana y asistir a un Congreso organizado por una Universidad islámica para hablar de Paz y Diálogo Interreligioso es un hecho de profundo significado simbólico para cristianos y musulmanes a lo largo y ancho del mundo.Francisco ha saludado al pueblo egipcio con un video-mensaje en el que alude al patrimonio religioso común en un país que durante dos días acogerá solemnemente los encuentros entre el Gran Imán de Al-Azhar, el Papa copto Teodoro II, el Patriarca Copto-Católico y el Obispo de Roma.La situación internacional y el clima bélico imperante son el contexto en el que cristianos y musulmanes de Oriente y Occidente deben y pueden encontrarse para trabajar conjuntamente a favor de la paz. Francisco cree firmemente que los hombres y las mujeres creyentes pueden, por razón de su Fe, convertirse en protagonistas de una convivencia en paz. Son muchos los asuntos que necesitan ser clarificados y la apuesta de la Santa Sede en este diálogo es ambiciosa: para sostener la vida de los cristianos en Medio Oriente y para construir la paz en este momento lleno de peligros. Los cristianos debemos secundar, con razón y corazón, esta apuesta del Papa.

J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

La Reina doña Sofía inaugura la exposición “Reconciliare”

La Reina doña Sofía ha inaugurado la vigésimo segunda edición de Las Edades del Hombre, que con el elocuente título de “Reconciliare”, estará abierta hasta el mes de noviembre en la localidad segoviana de Cuéllar. Con la reconciliación como hilo conductor, es una auténtica catequesis artística que se despliega a lo largo y ancho de las iglesias de San Andrés, San Martín y San Esteban. La exposición acoge obras del patrimonio histórico-artístico de las diócesis de Castilla y León, un inmenso patrimonio muchas veces olvidado, que la Iglesia conserva y pone al servicio de toda la sociedad. Son ya 28 años de un proyecto que ha exhibido más de 4.500 obras y que ha visto pasar por sus exposiciones a más de 11 millones de visitantes, constituyéndose en referente nacional e internacional en lo que a difusión de la cultura se refiere, y proponiendo todo un itinerario de fe a través del camino universal de la belleza. La reconciliación es la conclusión natural al Año de la Misericordia convocado por el Papa Francisco. Y es, al mismo tiempo, una provocación para una sociedad crispada, que en el mismo abismo de vaciedad y de falta de sentido que tantas veces muestra, está pidiendo a gritos la plenitud. Esa plenitud que tanto añora, pasa por reconciliarse con la realidad, tan bella y tan herida al mismo tiempo, y tan sugerente como la que se nos propone en esta nueva edición de Las Edades del Hombre.

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Venezuela en la encrucijada

Ya son más de 20 los muertos que se han producido desde que hace unos días los líderes de la oposición democrática de Venezuela decidieran mantener una movilización permanente en las calles frente al régimen dictatorial de Maduro. Los manifestantes, que piden libertad y dignidad, se encuentran en frente a las fuerzas de seguridad y a civiles armados por el régimen que llevan a cabo una dura represión. A los demócratas venezolanos no se les ha dejado más opción que la calle. El régimen impidió la celebración del referéndum revocatorio, ha impedido la celebración de las elecciones regionales, y va a impedir la celebración de elecciones presidenciales. Los procesos de diálogo han sido utilizados con mala fe, para intentar dar alguna legitimidad a una élite opresora cada vez más vinculada con el narcotráfico. Lo sorprendente es que en España haya quien siga sin condenar este golpe de Estado permanente y creciente que se registra en Venezuela. La situación es crítica. No se puede pedir a la oposición que abandone la calle sin garantizar elecciones realmente democráticas. Y el régimen de Maduro, especialmente aquellos sectores más radicales que condicionan las decisiones del presidente, no están dispuestos a que se celebren. La Comunidad Internacional tiene la grave responsabilidad de apoyar a los demócratas venezolanos con todas las herramientas disponibles.

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Todo por hacer en Francia

Tras conocerse el resultado de la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, faltan importantes incógnitas por despejar. Es cierto que los dos grandes partidos, el conservador republicano de Fillon y el socialista de Hammon, han dado ya su respaldo al centrista Emmanuel Macron para cerrar el paso al Frente popular de Marine Le Pen. Pero queda todavía que el movimiento “En marcha!” que ha dado la victoria al joven disidente socialista Macron, se constituya en un partido definido con un programa que, hasta ahora, está cogido con alfileres. El cambio político en Francia no se verá hasta la composición de la Asamblea General, donde los radicales Le Pen por la derecha y de Melenchon por la izquierda, podrán alcanzar suficiente fuerza para complicar la gestión de un gobierno del que podrían formar parte republicanos y socialistas. Habrá que esperar la posición de la nueva corriente llamada “Sentido Común”, que ha apoyado al conservador Fillón pese a las sombras de corrupción que le han impedido seguir en la carrera al Elíseo. Este movimiento procede de la “Manif por tous”, que se opuso en la calle al proyecto de Hollande de legalizar el matrimonio homosexual. Las elecciones del domingo, por mucho que hayan propiciado un suspiro de alivio en Bruselas, suponen un serio aviso para que las políticas europeas avancen más hacia la cohesión política, económica, militar y de inmigración para lanzar señales de firmeza a un electorado que decepcionado con una tecnocracia apartada de las necesidades de la gente común.

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Dimite Esperanza Aguirre

Esperanza Aguirre ha dimitido como concejal y portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Madrid, tras reconocer que no vigiló adecuadamente el comportamiento de Ignacio González, que fue su mano derecha en la Comunidad de Madrid. Aguirre no está imputada en ninguna de las causas abiertas por corrupción, pero de esta manera asume su responsabilidad política. Es la segunda vez que lo hace, ya que anteriormente se vio en una tesitura semejante que le llevó a renunciar a la Presidencia del PP en Madrid. El terremoto provocado por la imputación y detención de Ignacio González amenaza con llevarse demasiadas cosas por delante, y la dimisión de Aguirre ayuda, por el momento, a rebajar la tensión. Su propio partido habrá acogido con comprensible alivio esta decisión, que ha sido evidentemente amarga y dolorosa para una política de raza que durante años ha gustado las mieles del éxito, y a la que sería mezquino hurtar el reconocimiento de su valía y de sus servicios. Como ella misma ha reconocido hoy, la corrupción se ha convertido en un problema de primer orden para la vida política española, y los ciudadanos desean el máximo compromiso de sus representantes a la hora de combatirla. La consecuencia inequívoca, para ella, sólo podía ser la dimisión. Es el momento de recordar que el Estado de Derecho funciona en España, que los partidos están obligados a cooperar en esta lucha, y que el populismo, la siembra del resentimiento y la sospecha generalizada serían el peor camino que podría tomar la sociedad española en este momento.

La marcha del silencio

Los venezolanos siguen mostrando en las calles su hartazgo ante la deriva del régimen chavista. Este fin de semana lo han vuelto a hacer, de forma multitudinaria, en la denominada Marcha del Silencio, que concluyó con un encuentro de oración ante la sede de la Conferencia Episcopal Venezolana. Se trataba de una Marcha convocada por la Mesa de la Unidad, que coordinaba a los manifestantes opositores. Por desgracia, el Gobierno de Nicolás Maduro viene actuando de forma previsible reprimiendo, estigmatizando e intentando enviar a la sociedad el mensaje de que la Iglesia, en particular, es un actor político más, y de que quienes no están de acuerdo con él lo que buscan es promover una insurrección de carácter revolucionario. Afortunadamente los hechos se van imponiendo y la mentira cada vez cala menos. “No queremos golpes de Estado sino elecciones”, se repetía desde la Marcha este mismo sábado, “no descansaremos hasta que hayamos restituido el orden constitucional y el Estado de Derecho. Pidamos a Dios que cese el odio y que nos ayude a no devolver mal por mal”. Esa es la verdad, la palabra pacífica de una multitud cansada y preocupada por una situación que se hace cada vez más insostenible; una situación que, según el Fondo Monetario Internacional, presenta un escenario para el futuro inmediato todavía peor que el presente, con un agravamiento en las condiciones sociales de los venezolanos, un retroceso en la economía del país que puede ser de más de un 7% y una inflación que llegaría al 720%. Razones más que poderosas para no desistir y seguir insistiendo en la denuncia.

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Llegar a Dios a través de la belleza

A menudo repite el Papa la idea de que «la Iglesia no crece por proselitismo, sino por atracción». Eso explica la privilegiada relación que históricamente ha tenido el cristianismo con el arte, pero también la insistencia de los últimos pontífices en una evangelización que debe hacerse ante todo con testimonios alegres y coherentes. «El mundo de hoy –decía Pablo VI– necesita más testigos que maestros». Personas y comunidades que, por su forma de vivir, despierten preguntas en el otro. Se explica así que dos importantes acontecimientos eclesiales hayan coincidido este fin de semana en el tema de la belleza como hilo conductor. Uno es el EncuentroMadrid, organizado por el movimiento Comunión y Liberación, que aborda la cuestión desde ópticas tan distintas como la que representan el pintor Antonio López o el franciscano Ibrahim Alsabahg, párroco en Alepo, que ha permanecido al lado de sus feligreses durante los peores años de la guerra en Siria. No muy distinto era el planteamiento de la Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada. En este foro que cada Pascua centra la atención de la vida religiosa en España se ha hablado sobre la búsqueda de Dios en el arte, en la liturgia o en el compromiso social, tanto en la tradición del cristianismo occidental, como en Oriente. Con todo, un punto de partida esencial es que la principal fuente de belleza para la vida religiosa consiste en la entrega de la propia vida a los demás por amor a Dios y desde la fidelidad al propio carisma. Esa es la prueba de fuego que hace creíble y atractivo el anuncio del Evangelio.

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Le Pen instrumentaliza el terrorismo

Marine Le Pen ha querido utilizar, en las últimas horas de campaña electoral, el atentado de los Campos Elíseos. La líder del Frente Nacional ha hecho un llamamiento a restaurar las fronteras nacionales y a despertar el alma milenaria del pueblo francés frente a una supuesta agresión exterior. La reacción de Le Pen pasa por alto que el responsable del atentado es un francés. Los últimos ataques terroristas en el país vecino han estado protagonizados por nacidos en suelo galo. Francia, como Europa, tiene un grave problema con el terrorismo yihadista, protagonizado, no por gente que viene de fuera, sino por nacionales que se radicalizan. La radicalización no suele producirse en las mezquitas sino en internet y en las cárceles. El hecho de que el responsable del ataque disparara ya en 2001 a la policía debería generar un debate sereno sobre si los sistemas de inteligencia han funcionado. No es posible garantizar la seguridad absoluta.Lo que no es tolerable es que Le Pen utilice el dolor y el desconcierto para fines electorales. Las encuestas apuestan por un paso de la líder del frente Nacional a la segunda vuelta de las presidenciales con un apoyo de más del 20 por ciento. Hay todavía muchos indecisos. Todas las alarmas deberían encenderse si Le Pen se convierte en la más votada con más de 2 o 3 puntos sobre el siguiente candidato. Entonces sería necesaria una gran movilización como cuando Chirac en 2002 se enfrentó a Le Pen padre. Ya no será una cuestión de izquierda o de derecha, sino de poner a salvo los verdaderos valores de la república francesa. Por desgracia, no se puede descartar nada.

J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Francia: la crisis política es solo la punta del iceberg

«Perplejidad» es quizá la palabra que mejor define el momento político en Francia. Todo puede pasar en la primera vuelta de las presidenciales del domingo. Con un 40 % de indecisos y a la vista de cómo los vaticinios han fracasado en los últimos comicios, no sorprende que algún diario de prestigio haya optado por no realizar encuestas. La incertidumbre se convierte en desasosiego ante la alta probabilidad de que los candidatos de los partidos mayoritarios de centro-izquierda y centro-derecha queden fuera de la segunda vuelta, y ante la no descartable hipótesis de una batalla final entre dos candidatos extremistas de uno y otro signo.Muchos suspiran por la opción Macron, que en otras circunstancias hubiera parecido inconsistente, otro síntoma de una crisis seguramente extrapolable al resto del continente y a buena parte del mundo, donde se respira un ambiente similar de final de era. Sería reduccionista atribuir esto solo al hartazgo provocado por la crisis económica. Desde hace décadas se habla en Francia de una reforma en profundidad que no acaba de llegar para salir del anquilosamiento. El tiempo ha agravado los problemas, con el añadido de que los consensos básicos se han ido diluyendo, lo que explica el auge de los extremismos. Para mantener la cohesión social y encontrar salidas a la crisis resulta urgente recuperar una serie de valores compartidos, un reto que va más allá de la política.

J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Firmeza contra la corrupción

Todos los focos se centran hoy en la detención del que fuera presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, por su turbia gestión al frente del Canal de Isabel II. En este caso destaca que los presuntos delitos hayan sido denunciados a la fiscalía anticorrupción por la actual presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, que también lo es del Partido Popular madrileño. Por los casos anteriormente investigados, como el “Gurtel” y la “Púnica”, que llevó a la cárcel a Francisco Granados, antiguo secretario general del Partido, parece claro que demasiados se aprovecharon de sus cargos para montar distintas tramas de corrupción. Es todo esto lo que llevó a Esperanza Aguirre a dimitir como presidenta del partido en Madrid, asumiendo así su responsabilidad política por no haber impedido los desmanes de algunos de sus colaboradores directos. En todo caso no puede ocultarse que el Partido Popular ha emprendido una vasta operación de regeneración en Madrid, y que ya ha pagado una amarga cuenta en las últimas elecciones municipales y autonómicas. De momento los diversos partidos de la oposición encuentran abundante munición para alimentar el desgaste de los populares, lo cual es comprensible. Todo esto no debe hacer olvidar la tarea de impulso y modernización llevada a cabo en Madrid por los sucesivos gobiernos populares, que obtuvieron un amplio respaldo social incluso en feudos tradicionales de la izquierda. Lo que importa ahora es seguir adelante con la regeneración, y la evidencia de que las instituciones funcionan para castigar los delitos que han podido cometerse, con todas las garantías del Estado de Derecho.

J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Responsabilidad ante el momento económico

Todos los indicadores económicos apuntan a que el crecimiento de la economía española será incluso mayor que el previsto. El Fondo Monetario Internacional coloca a España como uno de los países locomotora de la economía europea, con una perspectiva del crecimiento del 2,6% del PIB en este año, trés decimas por encima de la previsión anterior. Consecuencia principal de este aumento en las expectativas es la previsible reducción de la tasa de paro, así como un considerable empuje de la demanda interna, consumo e inversión, y un desarrollo favorable de las exportaciones.Este cuadro macroeconómico, que tiene una incidencia directa en las economías de las familias españolas, puede irse al traste por varios factores. Al margen de la cambiante situación internacional, con elementos disfuncionales evidentes, hay que poner un especial cuidado en las variables internas. También los partidos de la oposición son responsables de la estabilidad política; si se empeñan en una estrategia permanente de sembrar incertidumbre, crear inestabilidad parlamentaria y generar la sospecha de una corrupción generalizada que merma la necesaria confianza, las expectativas económicas pueden dejar de ser tan esperanzadoras.Los partidos constitucionalistas deben decidir si aceptan la responsabilidad de esta hora con sus correspondientes sacrificios, o se entregan a las escaramuzas de una política alicorta que podría dar al traste con la oportunidad de cimentar sólidamente el futuro.

J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

El referéndum que no tendrá lugar

La hoja de ruta separatista en Cataluña está escrita a golpe de ocurrencias. La salida que ahora proponen los separatistas, “o referendum o declaración de independencia unilateral”, supone un órdago al Estado de Derecho que éste no va a permitir. La prioridad, según se ha podido saber, es anunciar la convocatoria del referendum secesionista en los primeros días del mes de octubre para dar así contenido y animación a la Diada. Por más que quienes propugnan la independencia se empeñen en convocar un referéndum ilegal, el Gobierno no va a permitir que se celebre, una vez que están inhabilitados los cargos públicos que actuaron al margen de la ley en el pasado 9-N, y cuando el proceso, que se ha vuelto complicado en exceso, sufre un desprestigio y una deslegitimación social apabullantes. El anuncio del Vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, de un segundo paso con una declaración de independencia unilateral, no deja de ser un brindis al sol para consumo interno de las fuerzas políticas que apoyan la independencia. La unidad de la antigua Convergencia con Esquerra Republicana y la CUP, con el objetivo común de la independencia, necesita de estas ratificaciones de una voluntad que se topa con la realidad jurídica y social de una Cataluña plural. En vez de dar un paso atrás y aceptar una forma racional de autonomía, los soberanistas están empecinados en su error y no muy concienciados respecto a cuáles pueden ser las consecuencias.

J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Manifestación decisiva en Venezuela

Hoy miércoles 19 de abril la oposición venezolana ha convocado una gran manifestación para pedir al Gobierno que se siga el hilo constitucional, se respeten las libertades de expresión y manifestación, se reparen las inhabilitaciones políticas, se destituya a los magistrados golpistas del Tribunal Superior de Justicia, se desarmen los grupos para-militares y se convoquen elecciones. Mienten quienes sostienen, dentro y fuera de Venezuela, que las manifestaciones convocadas durante esta primavera son el preludio de una insurrección revolucionaria. Los convocantes, una oposición de nuevo unida, protesta contra la anulación de la Asamblea Nacional y lo hace de manera pacífica y democrática. El oficialismo ha optado por responder desde la represión y por armar a civiles que buscan el cuerpo a cuerpo con sus compatriotas. Así las cosas y ante el desequilibrio más que evidente entre el Gobierno y la ciudadanía opositora, queda claro quién lucha contra la dictadura y quién lo hace a favor de la misma. Los venezolanos que demandan libertad y democracia saben bien que el fin del chavismo depende de ellos. Sus vecinos solo pueden presionar diplomáticamente, mientras que el Ejército no moverá un dedo. Por todo esto, hoy 19 de abril, el mundo libre estará muy pendiente de Venezuela. La oposición se la juega dentro y fuera. ¿Qué hará el chavismo?

J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Los extremos se tocan

Con un Partido Socialista bajo mínimos y los conservadores de François Fillon con la guillotina de la corrupción pendiendo sobre su cabeza, a menos de una semana para las elecciones en Francia, la extrema izquierda y la extrema derecha se dan la mano. A estas alturas, con los sondeos en la mano, no se puede descartar que protagonicen lo que sería una desoladora segunda vuelta. Jean Luc Mélenchon propone un antiamericanismo rancio, se declara admirador de Hugo Chávez, promete el gasto público de nunca acabar y agita el populismo de izquierdas en un terreno ya abonado por el desastre socialista y una crisis social en la que una buena parte del electorado responde visceralmente con el voto del hartazgo. La situación francesa se complica aún más por la seria posibilidad de que hubiera que elegir entre el esperpento de izquierdas y el de derechas. En una época de incertidumbre constante, nada mejor para algunos que escuchar el discurso antieuropeista de Marine Le Pen, enroscado sobre su propio ombligo y asegurando que su objetivo es proteger a los franceses ante los otros, que siempre se presentan como enemigos. El problema de los extremos es que, con cualquiera de ellos gobernando en el Eliseo, Francia está abocada al desastre. Los dos agitan el discurso del miedo y se mueven tanto mejor cuanto peor está la situación. La delicada coyuntura nos da una idea de cuánto se juega Francia, y por extensión cuánto nos jugamos los europeos, en las próximas semanas.

J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Irracionalidad política

El autobús que ha hecho circular Podemos en las últimas horas por Madrid denunciando una supuesta trama, en la que se mezclan personajes muy variados que manejarían los hilos de España, ha merecido la crítica de todos los partidos constitucionalistas. Es lógico porque en su contenido y en su forma el autobús de Podemos es un acto de irracionalidad política. En la acusación, claramente contraria a la presunción de inocencia, se mezclan personajes investigados por corrupción con expresidentes del Gobierno y otras figuras políticas y periodísticas. La trama no deja de ser una teoría conspirativa etérea, una acusación sin precisión penal o política alguna, que quiere enardecer pasiones bajas contra la democracia y el Estado de Derecho. No es de recibo que uno de los principales partidos, en lugar de hacer política en el parlamento, se dedique a la propaganda sentimental contra las instituciones. Pero no seamos ingenuos, porque estos mensajes irracionales y con alto contenido simbólico tienen un efecto importante en ciertos sectores sociales, sobre todo entre los más jóvenes. En tiempos de descontento las teorías conspirativas tienen éxito. Por eso exigen una respuesta con fuerza pedagógica que muestre el valor de la buena política. Nuestro sistema democrático tiene que superar su aspecto tecnocrático, el desapego y la frialdad que siente parte de la ciudadanía.

J.L. Restán | Línea Editorial

Hechos y palabras en la Pascua

Vladimir Putin ha felicitado a los rusos con motivo de la Pascua, en un mensaje en el que destaca la labor que realizan la Iglesia ortodoxa y otras confesiones cristianas, entre ellas la católica, especialmente en el fortalecimiento de la familia, la educación de los jóvenes y la armonización de las relaciones interétnicas e interreligiosas. En occidente puede resultar extraño, pero no en Rusia, que un líder político hable abiertamente de la Pascua como la fiesta que trae consigo “la inextinguible luz de la fe, que colma los corazones de alegría, amor y bondad”. Es cierto que de Putin se espera algo más que palabras en estos momentos en que la tensión internacional no deja de subir grados, dentro de esa tercera guerra mundial “a pedazos” que viene denunciando el Papa. Sería importante, por ejemplo, que tomara iniciativas para apaciguar la situación en Ucrania y que hiciera algo más por la pacificación de Siria. Pero tampoco se puede pasar por alto su empeño por combatir al terrorismo islamista que, por cierto, debería ser el principal acicate para no reverdecer la malhadada “guerra fría”. En lógica cristiana, lo que realmente cabría esperar en estas festividades de la Pascua es que los dirigentes políticos que se dicen cristianos hagan más por la paz mundial que por defender sus intereses personales y nacionales.

J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Benedicto XVI cumple 90 años

Benedicto XVI ha cumplido 90 años, una vida dedicada a servir a la Iglesia, primero como sacerdote y profesor universitario, luego como obispo, cardenal, prefecto y Papa, y ahora en el retiro del monasterio Mater Ecclesiae, como Papa emérito. En estos días le han llegado miles de felicitaciones desde todas las partes del mundo y ha celebrado su cumpleaños con una sencilla fiesta con acentos de Baviera a las puertas de su residencia. Como ha dicho recientemente el Cardenal Schönborn en una entrevista, Joseph Ratzinger-Benedicto XVI ha sido y sigue siendo un maestro y un testigo que ha mostrado con su vida y con su obra que es un hombre libre, un hombre que no se somete a esquemas fáciles, que ama profundamente a Dios y a la Iglesia, y que ahora en su retiro testimonia con especial fecundidad aquello que tantas veces repitió: que no se es cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona que da un nuevo horizonte a la vida. La Iglesia vive una situación inédita, con un Papa emérito, ya desde hace cuatro años, rezando por la Iglesia y por su sucesor. Es una auténtica gracia tenerle ahí, como ha repetido muchas veces el Papa Francisco: tener al abuelo sabio en casa, acompañándonos y custodiando nuestras espaldas con la oración. Muchas gracias, santo Padre, y que cumpla muchos más.

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