Mark Rober estaba cansado de que le robaran los paquetes que recibía en la puerta de su domicilio.

Después de que la policía le dijera que no sabía lo que estaba pasando, el exingeniero de la NASA decidió encargarse del problema.

Mark Rober se pasó seis meses construyendo una bomba fétida de brillantina para "vengarse" de los ladrones: "Hay que hacer algo para combatir a los holgazanes deshonestos como este".

Ideó un dispositivo que ocultó en un altavoz inteligente de Apple. En su interior, cuatro teléfonos inteligentes, una placa de circuitos y 453 gramos de brillantina más algún potente aerosol apestoso (el aerosol dispararía cinco veces, cada 30 segundos.)

Los cuatro teléfonos registrarían las reacciones de los ladrones. El rastreador de GPS en los teléfonos le indicaría dónde terminó el paquete.

Rober programó la bomba de brillantina para que se activara cuando los ladrones abrieran el paquete en el que estaba oculta. La brillantina estaba en una taza que giraba sobre un motor y salía expulsada en todas las direcciones.

La trampa

Rober dejó la bomba en su puerta con una etiqueta que decía que el remitente era "Kevin McCallister", el niño interpretado por Macaulay Culkin en la película "Mi pobre angelito", de 1990.

Rober captó a los rateros en su cámara de seguridad doméstica y en las cámaras de los teléfonos de la bomba.

"Si alguien iba a hacer un paquete de venganza y exagerar la ingeniería del mismo, iba a ser yo", explicó el exingeniero de la NASA en su publicación

En el video de YouTube, algunas "víctimas" abrieron paquetes en sus coches y el brillo disparado llegó a cada rincón. Otros abrieron paquetes en sus casas; incluso uno fue grabado tratando de limpiar el desastre