Los bares y los restaurantes seguirán cerrados, se va a mantener el toque de queda y no se podrán celebrar encuentros familiares. Este es el panorama con el que se presentan las navidades en Bélgica. La segunda ola ha golpeado con tanta fuerza que el gobierno quiere ser muy prudente a la hora de relajar las medidas.

De hecho el Primer Ministro Alexander de Croo ha dejado claro “que no estamos ante un desconfinamiento y que las restricciones vigentes se alargarán previsiblemente hasta el próximo mes de febrero.

Lo único que va a cambiar es que este martes abre de nuevo el comercio no esencial que estaba cerrado desde hace más de un mes. Además, abrirán de nuevo los museos y las piscinas públicas.

Se va a relajar el toque de queda los días de Nochebuena y Navidad y las personas que vivan solas podrán tener dos invitados en su domicilio durante las celebraciones. Salvo estas excepciones, el resto de medidas se van a mantener como hasta ahora.

LUCES DE NAVIDAD

El Gobierno Federal y los diferentes Ayuntamientos se están tomando tan enserio estas medidas que en algunas localidades como es el caso de Brujas se han apagado las luces de navidad por las aglomeraciones que se estaban generando.

Lo mismo pasa en Bruselas. En los últimos días se han acercado tantas personas a ver el encendido del árbol de navidad en la Grande Place, que la Policía se está planteando poner límites para evitar nuevos contagios.

La situación epidemiológica en el país sigue mejorando. En estos momentos hay menos de 1.000 ingresados en las Unidades de Cuidados Intensivos. Desde que empezó la pandemia han fallecido 16.500 personas.