El cuerpo sin vida del funcionario de 58 años del Servicio de Vigilancia Aduanera fallecido el pasado sábado en un accidente durante un intento de abordaje en aguas del Atlántico para inspeccionar un velero, presuntamente cargado con estupefacientes, ha llegado este miércoles a Melilla, donde le han rendido un homenaje.

El cadáver ha sido trasladado por el Buque de Operaciones Especiales Fulmar de la Agencia Tributaria, en el que prestaba servicio el funcionario fallecido, que ha llegado a Melilla a primera hora de la tarde de este miércoles, cuatro días después del accidente, junto con otra embarcación y un helicóptero del Servicio de Vigilancia Aduanera.

El féretro, cubierto con una bandera de España y una corona, ha sido descendido del buque hasta el muelle del puerto comercial de Melilla, donde miembros del Servicio de Vigilancia Aduanera, además de varias autoridades, han rendido honores al funcionario fallecido.

Unas horas antes, personal de la Agencia Tributaria se ha concentrado ante la sede de este organismo en Melilla, en las Torres V Centenario, para rendirle homenaje con unos minutos de silencio.

El incidente en el que perdió la vida se produjo cuando una embarcación auxiliar del Buque de Operaciones Especiales Fulmar de la Agencia Tributaria "se había abarloado a unas 700 millas al oeste de Canarias a un velero del que se sospechaba que podría transportar estupefacientes, para proceder a su inspección", según informó la Agencia Tributaria.

La embarcación auxiliar del Servicio de Vigilancia Aduanera sufrió un vuelco, lo que ocasionó la caída al mar de los funcionarios, momento en el que los tripulantes del velero incendiaron el barco sospechoso para su posterior hundimiento.

Tras varios intentos de reanimar a su compañero, los funcionarios de la embarcación auxiliar informaron a los servicios centrales del servicio aduanero del fallecimiento del agente.