Los tres fiascos de Sánchez en Europa: Calviño, González Laya y Duque

Uno de los objetivos que tiene todo Ejecutivo cuando llega al poder es intentar dar a conocer lo máximo posible a los ministros que integran su Gobierno. Una fuerte presencia en puestos destacados ofrece relevancia al líder del Ejecutivo en Europa, y permite que España sea reconocida fuera de nuestras fronteras.

Sin embargo, en los últimos años nuestro país ha destacado precisamente por todo lo contrario. Desde que en el año 2018 Luis de Guindos, ministro de Economía con Mariano Rajoy, fuese nombrado vicepresidente del Banco Central Europeo, España no ha conseguido colocar a ningún destacado representante en la larga lista de vacantes que se han abierto a nivel internacional.

Y no ha sido porque no lo haya intentado. El Gobierno de Pedro Sánchez es consciente de que una fuerte presencia fuera de España les iba a beneficiar en los grandes retos económicos que tiene nuestro país. Por eso, hasta tres ministros de la facción socialista— Nadia Calviño, Arancha González Laya y Pedro Duque— se han postulado para puestos estratégicos en el último año, sin éxito.

Ni Laya ni Calviño ni Duque han conseguido sus objetivos de cara al exterior, y tras tres derrotas consecutivas Sánchez ha visto truncada su estrategia de cara en Europa al evidenciar la falta de influencia del Gobierno ante el resto de países.

Pedro Duque no dirigirá la Agencia Espacial Europea

El último en presentarse a un puesto con relevancia internacional ha sido el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque. El exastronauta anunció su candidatura a finales de julio, tras haber sido protagonista por ser uno de los que ha llevado a cabo el Plan de Desescalada para España.

"He presentado mi candidatura para dirigir la ESA. Creo firmemente que Europa debe liderar el desarrollo de tecnologías espaciales que impulsan la economía, fortalecen la innovación en todos los sectores y conducen a descubrimientos que nos ayuden a proteger nuestro planeta", anunciaba en su perfil de Twitter.

Sin embargo, Duque va a tener muy difícil dirigir la Agencia Espacial Europea (ESA). Desde el Gobierno se muestran todavía con esperanza de que Duque consiga su objetivo, pero lo cierto es que en las últimas horas el austríaco Josef Aschbacher, director del programa de Observación de la Tierra, es el favorito para conseguir el puesto.

La decisión final no se dará a conocer hasta este jueves tras la reunión del Consejo del ESA, pero medios especializados alemanes llevan desde finales de noviembre anunciando la victoria del austríaco, quien además ya ha recibido el reconocimiento por otros destacados rivales, como han sido Christian Hauglie-Hanssen y Chris Skidmore.

España es uno de los países que más aporta a esta organización intergubernamental dedicado a la investigación y al desarrollo de programas espaciales. En concreto dedica el 7.12% frente al 2% que aportan países como Austria.

La que más cerca estuvo, Nadia Calviño

La que más cerca estuvo de conseguir uno de los puestos más relevantes fue la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño. En concreto, Calviño se había presentado a presidir el Eurogrupo y partía como favorita después de que países como Alemania y Francia le dieran públicamente su apoyo.

Sin embargo, algo a última hora hizo que el irlandés Paschal Donohoe— uno de los más críticos con España y su política económica—, consiguiera alcanzar este puesto. Su victoria en parte vino influenciada porque contó con los apoyos del Partido Popular Europeo, que veían con mejores ojos la posición de Donohoe sobre los grandes retos que tiene Europa y temían una posible influencia de Podemos en Calviño.

Tanto Sánchez como muchos de los ministerios implicados estuvieron implicados en intentar colocar a Calviño en este puesto. No en vano, Donohoe, que optó por una campaña mucho más baja y presentarse como una persona capaz de "construir puentes", obtuvo el apoyo de los países 'frugales', tales como Países Bajos y Austria.

Una de las cuestiones que más se trató durante la carrera hacia la presidencia del Eurogrupo, era la posibilidad de que Calviño tuviese que dimitir de su cargo en el Gobierno para hacer frente al Eurogrupo.

Desde el Ejecutivo de Sánchez recalcaron que Calviño no iba a dimitir, en parte porque es una de las ministras que más se enfrenta a alguna de las propuestas de Iglesias y por otra, porque ambos cargos son compatibles. Pero lo cierto es que su presencia en el Eurogrupo habría permitido, por ejemplo, capacidad de controlar y fijar la agenda en beneficio de los intereses de nuestro país.

El perfil más bajo de González Laya

Bajo un perfil más bajo, Arancha González Laya, titular de la cartera de Exteriores, también se había presentado a dirigir la Organización Mundial del Comercio (OMC). Pese a ser una de las favoritas después de que renunciase el brasileño Roberto Azevêdo, Laya no esperó y renunció a dirigir la OMC, donde ya había estado como jefa de gabinete bajo el mandato Pascal Lamy.

La ministra se excusó en estar muy "estoy comprometida" con el proyecto de Sánchez y por ende nunca hizo grandes esfuerzos en Bruselas. Además, su candidatura coincidió con la de Nadia Calviño, de quien Arancha González Laya afirmaba que era la "mejor candidata" para Europa y en la que más confiaban en Moncloa.