El Gobierno cree que le beneficia en su batalla 'anti-PP' la reforma fiscal de Moreno Bonilla
En la sala de máquinas difunden el mensaje de que Pedro Sánchez va hacia arriba y Alberto Núñez Feijóo hacia abajo

El Gobierno cree que le beneficia en su batalla 'anti-PP' la reforma fiscal de Moreno Bonilla
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Moncloa ha paleado la reforma tributaria de Juanma Moreno Bonilla en Andalucía como una oportunidad para despertar al PSOE y a un decepcionado electorado. En la sala de máquinas difunden el mensaje de que Pedro Sánchez va hacia arriba y Alberto Núñez Feijóo hacia abajo.
De puertas para dentro, hasta ahora, admiten que la fuga de papeletas socialistas al Partido Popular, superior al medio millón, según sus cálculos, apenas ha oscilado. De ahí, que estimen muy útil ante el presidente andaluz el marco desplegado de identificar las élites económicas con el PP como brazo político. El ataque pivota, por un lado, sobre su anclaje en el giro a la izquierda, erigiéndose protectores de la clase media trabajadora, y en el otro enfatizando el mantra según el cual la bajada fiscal significa un deterioro de los servicios públicos.
Eliminar el Impuesto de Patrimonio como Andalucía o Madrid, centralizarlo para evitar la competencia entre comunidades como propone el ministro José Luis Escrivá o enmarcar cualquier cambio en la financiación autonómica como defiende el Gobierno, son las enseñas del último debate político en España, a ocho meses de las autonómicas y municipales de 2023.
Desde que este lunes el presidente andaluz, Juanma Moreno, anunciara la supresión del Impuesto de Patrimonio en su comunidad, las reacciones a favor y en contra se han sucedido hasta implicar a todos los partidos, aunque el debate ha terminado de encenderlo el ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, que este martes se ha mostrado partidario de una mayor centralización fiscal del Estado para evitar el "despropósito" de la competencia tributaria entre comunidades.
Escrivá ha propuesto, a título "personal" según ha precisado, la aplicación de un "modelo australiano" hasta ahora desconocido para la mayoría, que primero determina el volumen de gasto por habitante necesario para prestar los servicios para que a continuación el Estado transfiera los recursos correspondientes a las regiones.
Nada más conocerse estas declaraciones, el PP se ha posicionado en contra de esa recentralización y en defensa de las competencias autonómicas, como ha hecho el presidente de la formación, Alberto Núñez Feijóo, que además ha tirado de hemeroteca para recordar que fue el PSOE el que, cuando gobernaba Zapatero, lo eliminó a nivel estatal para recuperarlo posteriormente con la crisis.
Desde el PSOE, su portavoz en el Congreso, Patxi López, ha defendido la "corresponsabilidad fiscal" entre autonomías en lugar de la centralización de Escrivá, para que "aquellas comunidades que tienen en sus manos el poner en marcha algunas normas fiscales, lo hagan con responsabilidad".