La prórroga del cuarto estado de alarma de la historia de España será de seis meses (hasta principios de mayo). Esa es la teoría que el Gobierno logrará ratificar este jueves en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, hay una posibilidad de que la alarma sea más corta en la práctica.

Esta nace a partir de la concesión que ha hecho el Ejecutivo sobre las comparecencias de Pedro Sánchez relativas a la pandemia en el hemiciclo y también al respecto de la Conferencia de Presidentes. En el primer caso, el presidente tendrá que acudir a la Cámara Baja cada dos meses para informar sobre la evolución del coronavirus en el país. En el segundo, la reunión de los presidentes autonómicos tendrá potestad para pedir el levantamiento del estado de alarma una vez transcurridos cuatro meses desde que sea prorrogado (a partir del 9 de noviembre).

Para que se pueda realizar esa petición, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud deberá haber emitido antes un acuerdo favorable sobre la situación epidemiológica. ¿Cuál sería la fecha de su reunión para, quizá, poner fin al estado de alarma antes de lo previsto? El 9 de marzo de 2021. Una fecha muy significativa en el caso de que entonces se decida que el país salga de la situación excepcional que nos toca vivir ahora.

Entonces, se cumplirá justo un año del día en el que el coronavirus empezó a descontrolarse en nuestro país. La semana empezaba justo después del 8-M más polémico que se recuerda, debido a eventos muy criticados después, como la manifestación feminista en Madrid o el mitin de Vox en Vistalegre. Por si el eco crítico de lo sucedido aquel domingo no era suficiente, ese lunes 9 estuvo cargado de noticias desalentadoras.

Una de las más importantes la protagonizaron Madrid y Vitoria, que cerraron colegios, institutos y universidades ante el ya imparable avance de la covid-19 en territorio español. Ante el empeoramiento de la situación, el Ministerio de Sanidad empezó a recomendar el teletrabajo y evitar tanto reuniones como viajes no necesarios. Además, también se supo que el Gobierno preparaba un “plan de choque” con los agentes sociales debido al virus.

La semana que acabaría con la declaración del estado de alarma trajo consigo, en su arranque, el primer partido de fútbol sin público por el coronavirus: el Valencia – Atalanta de Champions. En esos momentos, el Gobierno ya se planteaba que el deporte rey pasase a disputarse a puerta cerrada, como se decidió antes de que todas las competiciones acabasen suspendiéndose.

La Bolsa empezaba a notar los efectos de la enfermedad, con el precio del petróleo hundiéndose un 20%. Más allá de nuestras fronteras, Italia extendía las medidas de aislamiento a todo el país y China anunciaba una tendencia a la baja en el número de contagios. Por último, Rusia decretaba hasta cinco años de prisión para sus visitantes si incumplían la cuarentena de dos semanas.

Son algunas de las cosas que pasaron el último 9 de marzo. A buen seguro que el próximo sería muy distinto si el estado de alarma que ha venido para quedarse un tiempo fuese levantado 365 días después de que empezase a gestarse.