Desafiando las embestidas del Atlántico más bravío y protegiendo la Ría de Pontevedra de las furias atlánticas, está la Isla de Ons, espectacular por su ubicación, por sus playas casi vírgenes, por sus paisajes, por su faro que es el de mayor potencia de toda la costa española y fantástica por sus leyendas.

Cuenta la leyenda que encontrándose en África un marinero de la zona de Arosa, escuchó que dos árabes hablaban de una isla en el Atlántico llamada Ons en la que, según sus antepasados, habría una fuente llena de caracoles de oro. Cuando el marinero volvió a casa, se fue a la isla a buscar la fuente y dicen que volvió a casa con los bolsillos llenos de oro. Algunos lugareños afirman haber conocido al marinero o haber oído que era conocido de sus antepasados.

Pero no sólo los escarabajos son de oro en Ons, porque también existe la creencia de que un toro con los cuernos de oro, protege a los habitantes de la isla frente a la Santa Compaña y las almas en pena.

Por si hay algún incrédulo, sepa que en un punto de la isla existe lo que llaman “buraco do inferno” (agujero del infierno), un enorme y profundo agujero en de más de 40 metros de profundidad, en el que dicen que, en los días de temporal, se pueden escuchar los gritos de los muertos que están en el infierno. Los más escépticos hablan de que allí había una cueva excavada por las olas que golpeaban el fondo y que, al hundirse su techo, dio lugar a ese agujero y que los gritos no son más que el sonido de las olas y el viento golpeando contra las paredes de roca.

Las historias y leyendas de este lugar se suceden y parecen no tener fin. Es fácil escuchar a pescadores hablando de que, al rescatar unas redes que se les habían enredado, juran haber visto un túnel submarino que uniría la isla con el saliente en el que se asienta la ermita de Nuestra Señora de la Lanzada, uno de los lugares más mágicos de Galicia. Otros hablan de un segundo túnel que uniría la isla con el extremo norte de la Playa de Lapamán en Bueu y son muchos los que buscan su entrada convencidos de que, en alguno de esos túneles, se ubica la cueva que guarda la fuente con los caracoles de oro.

También flota sobre la isla la historia de un niño que se hizo amigo de una serpiente a la que alimentaba a diario. Al hacerse mayor, tuvo que irse a la mili y al volver, cuando se acercó a ver a su amiga, pero esta que había crecido mucho, no lo reconoció, se enroscó en torno a su cuerpo y lo asfixió; luego, al darse cuenta de que había matado a su amigo, la serpiente se arrojó al mar y desde entonces, dicen que en la isla apenas se encuentran serpientes.

Un lugar fascinante, cuya historia real se remonta a la Edad del Bronce, con un amplio historial de piratas y naufragios que han dejado su huella a modo de pecios en los alrededores y al que podemos llegar en barcos que salen de distintos lugares como Vigo, Bueu, Pontevedra o Portonovo.