Un lustro después de que Podemos saliera a la palestra tras obtener cinco representantes en el Parlamento Europeo y poner patas arriba el panorama político en España, se vuelve a confirmar el retroceso de la formación encabezada por Pablo Iglesias. Esta vez no ha pasado de los seis representantes en Bruselas, cuando hace cinco años la suma entre Podemos e IU por separado alcanzaron los once.

Parece que fue ayer, pero han pasado cinco años. En aquel lejano mayo de 2014, los efectos de la crisis estaban muy presentes en nuestro país, con una tasa de desempleo que superaba el 20% y cientos de familias con todos sus miembros se encontraban en paro, lo que generó un hartazgo social que se tradujo años antes en el nacimiento del movimiento 15-M, en 2011. De aquel descontento general hacia lo que se conoce como el stablishment, surgió Podemos como una fuerza política que prometía dar un giro de 180 grados al sistema político y económico vigente, plantando batalla a los bancos y a las élites en favor del pueblo.

Un discurso que le permitió asaltar Europa obteniendo cinco escaños en el Parlamento Europeo en 2014, y un año más tarde conquistar las principales ciudades del país, además de ser muleta del PSOE para gobernar un importante número de CCAA. Cuatro años después de aquello, Podemos apenas retiene dos de los llamados ‘ayuntamientos del cambio’, Valencia y Cádiz, y pierde los verdaderos símbolos del cambio territorial: Madrid y Barcelona. Una pérdida de apoyos que se ha debido a las contradicciones en el discurso, a la desunión de los dirigentes como consecuencia del autoritarismo de Iglesias, lo que ha suscitado a su vez la marcha de algunos pesos pesados que lideraron Podemos en sus inicios, como su número dos, Íñigo Errejón, generando así una división de la izquierda. Ante esta situación, ¿está en condiciones Iglesias de reclamar la Vicepresidencia del Gobierno a Pedro Sánchez?

Elecciones europeas

No ha funcionado la candidatura de una desconocida María Eugenia Rodríguez Palop como cabeza de lista de Unidas Podemos al Parlamento Europeo. En realidad no era la primera opción, ya que  accedió a esta responsabilidad tras la renuncia de Pablo Bustinduy a encabezar la lista al sentirse incómodo con la nueva dirección. Y es que cabe recordar que Bustinduy pertenecía al sector errejonista, perdedor en el II Congreso de Vistalegre. Los resultados de Unidas Podemos en Europa han sido peores incluso a los que pronosticaban  las encuestas, que les otorgaba entre ocho y nueve representantes, para finalmente tenerse que conformar con seis.

La candidata ha atribuido  al "efecto arrastre" del PSOE los decepcionantes resultados de su coalición, pero ha reiterado que pese a los resultados valoran "muy positivamente" la vinculación con IU: "Estamos comparando realidades políticas diferentes, entre el 2014 y hoy han pasado muchas cosas", ha dicho la candidata, que, pese a admitir que esperaba un resultado mejor, entiende que en comparación con otros países donde la izquierda está más fragmentada, en España ha resistido "bastante bien".

La guerra Iglesias-Errejón aleja a la izquierda de la Comunidad de Madrid

Los sondeos vaticinaban en la Comunidad de Madrid una moneda al aire, que al final ha caído de lado del bloque de la derecha. El líder de la Plataforma ‘Más Madrid’, Íñigo Errejón, logra una amarga victoria sobre Podemos, la formación que abandonó por despecho y desavenencias con su ex jefe, Pablo Iglesias. ‘Más Madrid’ ha obtenido 20 representantes en la Asamblea madrileña, frente a los siete de la formación morada. La suma de ambas fuerzas mantienen los 27 representantes que obtuvieron hace cuatro años.

Los cuchillos no se han hecho esperar entre ‘Más Madrid’ y Unidas Podemos. Quien ha comenzado con el baile de acusaciones que previsiblemente se sucederán en los próximos días, ha sido el cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, que a través de su perfil de Twitter acusa a Errejón de romper Podemos tras ser convencido por "las cloacas" del Estado, y concluye con una pregunta: "¿Te ha merecido la pena, Íñigo?"

En el resto de CCAA, el papel de Podemos será tan solo decisivo para que el PSOE gobierne en La Rioja, Baleares y Asturias, mientras que su papel en Aragón y Navarra dependerá de los acuerdos que puedan fraguarse. En Extremadura, los cuatro representantes obtenidos serán insignificantes tras la mayoría absoluta lograda por el socialista Fernández Vara. Por su parte en Castilla-La Mancha los morados desaparecen del mapa, lo que ha provocado que el Secretario General de la formación, García Molina, haya puesto en esta misma noche de domingo su cargo a disposición del partido.

Las confluencias de Podemos solo retienen los ayuntamientos de Valencia y Cádiz en las llamadas ‘ciudades del cambio’

Si Manuela Carmena fue la gran protagonista en las elecciones autonómicas de 2015 arrebatando al PP la alcaldía de Madrid tras más de dos décadas de gobierno, esta vez se vuelve a repetir la historia, aunque con un final distinto. Tras una nueva noche de infarto, finalmente el bloque PP-Ciudadanos-Vox ha sumado mayoría absoluta, arrebatando  a Carmena y a “su” ‘Más Madrid’ la alcaldía de la capital de España. La plataforma ha obtenido un total de 19 concejales, uno menos que el logrado en 2015 con ‘Ahora Madrid’. De esta manera, la división de la izquierda ha perjudicado a Carmena, ya que los 33.000 votos obtenidos por IU no se han visto traducido en escaños.

La segunda gran decepción de Podemos y sus confluencias ha estado en Galicia, donde las Mareas pierden sus alcaldías en las tres capitales de provincias en las que gobernaba, Coruña, Santiago y Ferrol, después de que el PSOE y el PP se hayan impuesto. En Coruña ‘En Marea’ pasa de los diez ediles de 2015 a los seis, siendo la tercera fuerza, por detrás de PP y PSOE. En Santiago, ‘Compostela Aberta’ pasa de ser primera fuerza hace cuatro años a tercera, quedando en cinco concejales por los diez de 2015. Ya en Ferrol, ‘Ferrol en Comú’ pierde tres escaños y se queda como tercera fuerza con tres concejales, muy superado por el PP, que es la fuerza más votada con 12 ediles, seguido del PSOE con ocho.

Suspenso también de las marcas de Podemos en Zaragoza, donde Zaragoza en Común, plataforma en la que está integrado su actual alcalde, Pedro Santisteve,  y Podemos Equo  suman entre ambos cinco ediles frente a los nueve que consiguió en 2015, lo que le valió acceder a la alcaldía. Ahora quien llevará la voz cantante en las negociaciones en la capital maña será el PSOE, que ha resultado vencedor con diez ediles.

Mayor trabajo de ingeniería habrá que realizar en Barcelona para formar un gobierno estable. La plataforma Barcelona en Comú, comandada por la alcaldesa Ada Colau, podría perder el bastón de mando tras obtener diez concejales, al igual que ERC, que ha ganado en porcentaje de votos por estrecho margen. La suma ambas fuerzas no sumarían mayoría absoluta, ni el acuerdo entre uno de los dos partidos con los ocho representantes del PSC, ya que la mayoría absoluta está fijada en 21. Así las cosas, los seis ediles de la plataforma de Manuel Valls o los cinco de Junts podrían ser decisivos para conformar una mayoría en el pleno del Ayuntamiento catalán.

Mejor le ha ido en las urnas a Compromís, que mantiene el liderazgo en Valencia sumando diez concejales, dos más que el PP y tres por encima del PSOE, por lo que Joan Ribó podrá pactar con los socialistas para garantizarse su continuidad en el Consistorio de la ciudad del Turia. Una de las pocas alegrías de Podemos esta noche ha estado en Cádiz, donde el actual regidor, Kichi mejora los resultados de hace cuatro años con su nueva plataforma ‘Adelante Cádiz’, obteniendo 13 escaños, a tan solo un representante de la mayoría absoluta, frente a los ocho de 2015. Lo previsible sería un pacto con el PSOE, que obtiene cinco representantes.

En una de las principales ciudades españolas donde las confluencias de Podemos podrían jugar un papel esencial es en Sevilla, donde ‘Adelante Sevilla’, con cuatro ediles, podría aupar al PSOE de Juan Espadas para revalidar la alcaldía de la capital hispalense.

El futuro inmediato de Podemos 

Ante este nuevo fracaso de Unidas Podemos en las urnas, se podrían reavivar las voces críticas con la dirección nacional, y más concretamente contra su líder, Pablo Iglesias, que llega al tramo decisivo de las negociaciones para formar un Gobierno en España en una posición muy débil tras los comicios del domingo. Con los resultados en la mano, Iglesias tan solo puede ofrecer a Sánchez facilitar los gobiernos de La Rioja, Baleares y Asturias tras el fiasco de su formación en Madrid. Escaso bagaje como para aspirar a toda una Vicepresidencia del Gobierno.

 Pero lo cierto es que hacer quinielas para suceder a Pablo Iglesias se antoja complicado, dado que el propio Secretario General se encargó de hacer purga contra sus detractores, hasta el punto que el mejor posicionado hasta el II Congreso de Vistalegre para tomar las riendas de Podemos, Íñigo Errejón, optó por marcharse/exiliarse a la marca de Manuela Carmena, ante la imposibilidad de ejecutar sus proyectos. Una decisión que, como se ha comprobado, ha generado una fragmentación de la izquierda que ha acabado por favorecer al bloque de la derecha.

Quizás para tapar las carencias en la gestión, Pablo Iglesias ha ejercido un férreo control del partido, de manera que públicamente son pocos los que hasta ahora se han atrevido a criticar su gestión. Prueba de ello fue las reacciones contrarias que se sucedieron tras conocer que Iglesias y Montero, compañeros sentimentales además de partido, decidieron comprar un chalet en la localidad madrileña de Galapagar: “cayó bastante mal entre los simpatizantes por la estética, porque siempre hemos defendido ser más cercanos y parecidos a la gente común y una casa de 600.000 euros obviamente no es lo habitual”, explicaba off de record una dirigente morada.