La inflación lleva meses reflejando una subida de los precios que parece imparable. Este jueves, la oficina de estadística comunitaria, Eurostat, ha hecho público el dato de inflación interanual en la eurozona, que ha subido tres décimas en julio en relación con el mes anterior, y se sitúa en el 8,9 % frente al 2,2 % registrado un año antes. Una cifra de récord, motivada principalmente por el precio de las energías, seguido de la alimentación y el alcohol y tabaco.

Por su parte, el IPC de España cerró junio en el 10, 8%, casi dos puntos por encima de la media europea. Por comunidades autónomas, el IPC superó en julio el 10 % en todas ellas excepto Canarias (9,4 %) y Madrid (9,6 %), con máximos en Castilla-La Mancha, que llegó al 13,2 %, y Castilla y León, que alcanzó el 12 %, seguidas ambas por La Rioja (11,7 %); Extremadura y Galicia (ambas en el 11,5 %); y Aragón, Murcia y Navarra (las tres con un 11,4 %).

Una subida de precios que se nota en el precio de la luz, el gas o la gasolina, pero también, y de forma destacada, en la cesta de la compra. Entre los productos de primera necesidad que más se han encarecido en comparación con el año pasado encontramos la pasta, la leche, los huevos y el aceite. Pero, ¿qué hay detrás de esas fuertes subidas?

¿Qué hay detrás de la subida del precio de alimentos de primera necesidad?

Fuentes consultadas por COPE, apuntan que desde el sector creen que los intermediarios que hay, fundamentalmente los distribuidores, que son al final los que mayormente mueven alrededor del 70% de lo que consumimos, son los que están aplicando estos altos márgenes.

El portavoz de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, Andrés Góngora, ha explicado la percepción que tienen en el campo de la subida que se refleja en la cesta de la compra: "Al final se continúa generando una especulación muy fuerte a través de todo lo que conlleva la cadena agroalimentaria, desde que se produce un producto en el campo hasta que llega al consumidor final, no creemos que estén justificadas las subidas que se están dando en determinados alimentos, puesto que en el campo los precios siguen prácticamente inalterables".

En concreto, entre los productos que podemos categorizar como primarios, la subida más fuerte, de un 29%, la encontramos en los aceites. Pagamos un 22,6% más por la leche, mientras que en los cereales el precio ha aumentado un 20%. Dentro de las carnes, el producto que más se ha encarecido es el pollo, donde la subida ha sido de un 16%. Un incremento generalizado en los precios que hace que el ir al supermercado acabe siendo un auténtico lujo.