Pablo, experto en ventas: "Hace una semana me despidieron por primera vez en la vida, sabía que algo no estaba bien, sentí miedo pero una extraña sensación de alivio"

Pablo, un experto en ventas conocido en su cuenta de TikTok @ipabloalvarez, ha compartido una experiencia personal que resuena con muchos: su primer despido. "Hace una semana que me despidieron por primera vez en la vida y, honestamente, todavía lo sigo procesando", ha confesado en un vídeo. 

A pesar de que intuía que algo no iba bien en su trabajo, ha reconocido que no lo veía venir. Lo primero que sintió fue miedo, pero a ese sentimiento le siguió "una extraña sensación de alivio".

Es justo lo que necesitabas, crack"

Tras unos días de reflexión, Pablo ha llegado a la conclusión de que su despido no es "el fin del mundo, simplemente es el fin de una etapa". Por ello, ha tomado la decisión de documentar todo su proceso en la red social. 

Su objetivo, según explica, no es "hacerme la víctima, tampoco para tirar hate", sino mostrar la realidad de la búsqueda de empleo, cómo se lidia con el ego y la transformación personal que supone. "Aquí no vamos a fingir que todo está bien, vamos a mostrar realmente cómo se siente empezar desde cero", ha afirmado.

Incertidumbre y autenticidad

Bajo el lema "Día 1, reconstruyendo mi carrera después de mi primer despido", el experto en ventas se ha mostrado abierto sobre sus sentimientos. "Me siento extraño, pero a la vez libre", ha expresado. Aunque no sabe qué le depara el futuro, su intención es clara: "No tengo ni idea de qué es lo que vaya a pasar, pero quiero ver hasta dónde llego, siendo completamente yo". 

Con esta iniciativa, busca crear un espacio de apoyo para quienes atraviesan situaciones similares de cambio e incertidumbre laboral.

No tengo ni idea de qué es lo que vaya a pasar, pero quiero ver hasta dónde llego, siendo completamente yo"

 La frustración de no encajar  

Álvarez ha relatado que se sentía "muy triste" y con "mucha pena" por no cumplir sus expectativas en una empresa en la que deseaba triunfar. En una sesión con su psicóloga, confesó: "Me esforcé muchísimo por encajar, por hacer las cosas bien, pero... ya no sabía yo qué más hacer para poder encajar". Esta situación lo llevó a un estado de frustración y fastidio constantes.

La clave llegó con la intervención de su psicóloga, quien le dijo una verdad que él no quería aceptar: "Pablo, pues es que no te gustaba". A pesar de que la compañía sonaba como una gran idea por su cultura, producto y talento, Pablo Álvarez se obligó a sí mismo a encajar en un entorno donde no se sentía a gusto.

Su psicóloga le explicó que hay situaciones, personas y empresas que parecen una muy buena idea, pero no son adecuadas para todos. "A pesar de que es un muy buen lugar, simplemente no era el lugar para mí", ha reconocido Álvarez. Sin embargo, no fue consciente de esta realidad hasta el momento de su despido.

Fue entonces cuando comprendió la verdadera razón del desencuentro: "entendí que el rol estaba muy alejado de mi objetivo y mi plan de carrera, y eso fue lo que no funcionó". El despido, lejos de ser un fracaso, se convirtió en una revelación sobre su futuro profesional.

 Una oportunidad para redefinir el futuro

Lo que más agradece de esta experiencia es que le brindó la ocasión de empezar de nuevo y redefinir su carrera. Según sus palabras, "me permitió la oportunidad de poder redefinir mi carrera, preguntarme qué es lo que quiero, hacia dónde quiero ir y en concentrar mis esfuerzos por encontrar un lugar". Este aprendizaje le ayudó a enfocar su camino profesional con mayor claridad.

La polarización del empleo en España

La experiencia de Pablo se enmarca en un contexto laboral complejo. Aunque el empleo en España se encuentra en máximos históricos, estas cifras esconden una realidad que está afectando a la clase media. Según un análisis de Marta Ruiz, jefa de economía de COPE, el aumento de la afiliación se concentra en profesiones con salarios muy altos o muy bajos, lo que acentúa la polarización del mercado de trabajo.

Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) confirman esta tendencia. De los más de 1,7 millones de puestos de trabajo creados en los últimos dos años, los empleos tradicionales de la clase media, como personal de oficina, administrativos o contables, apenas han supuesto un 7% del total, con un repunte de solo el 6%. En contraste, las profesiones de alto valor añadido, como técnicos y científicos, han crecido un 22%, mientras que los empleos en sectores como la hostelería y el comercio han aumentado un 10%.

Un riesgo para la cohesión social

Este fenómeno, impulsado en parte por la automatización de tareas, no es nuevo, pero su intensificación tiene consecuencias. Manuel Hidalgo, economista de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, ha advertido sobre "una desertificación del empleo y, por tanto, también de las familias que estaban en aquella zona que nosotros llamábamos la clase media". Según el experto, esta situación no solo genera polarización en el mercado de trabajo, sino que también deriva en polarización social y política.

Para revertir esta peligrosa tendencia, los expertos apuntan a la necesidad de un rediseño de las políticas activas de empleo y a la mejora de la formación de los trabajadores para adaptar sus capacidades a las nuevas demandas de un mercado laboral en constante transformación.