Ocho amigos van a cenar a un bar, se incendia la cocina y la solución de los camareros les deja sin palabras: "Nos han..."
Con el verano, las terrazas de la hostelería se llenan de personas que buscan disfrutar del buen tiempo y de la buena compañía, pero hay situaciones que pueden enturbiar el buen ambiente

Comensales comiendo tortilla
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Con el verano, las terrazas de la hostelería se llenan de amigos y familias. Y es que ni la inflación, ni los costes laborales, ni el ritmo cambiante del mercado han conseguido desplazar una de las costumbres más arraigadas entre los españoles: el aperitivo y el tardeo en bares y restaurantes que se han convertido casi en un sello nacional.
De hecho, un 73% de los españoles lo practica al menos una vez por semana, y entre los más jóvenes —la llamada generación Z— la cifra sube hasta el 79%, según revela el informe Reach 2025 Spain de CGA by NIQ.
Un verano que pinta bien para la hostelería
El dato no solo confirma la fuerza cultural de la hostelería, sino que refuerza el optimismo del sector de cara a la temporada alta. Celia Rodríguez, portavoz de NIQ, apunta que si el turismo mantiene su ritmo y el tiempo acompaña, este verano puede ser muy rentable.
En este sentido, desde Hostelería de España, su secretario general, Emilio Gallego, ha destacado el balance positivo del sector en 2024, que ha consolidado varios años de crecimiento y una demanda más constante. José Luis Álvarez, su presidente, augura de la misma manera una buena campaña veraniega, aunque advierte de los retos que se plantean este año. A los costes de la energía y los laborales se suma otro quebradero para los empresarios: la subida de salarios y las dificultades para encontrar personal cualificado.
Aun así, el verano pinta bien para la hostelería, si bien hay situaciones puntuales que pueden empañar su día a día.
Algunas de estas situaciones las recoge el camarero Jesús Soriano —más conocido en redes sociales como Soy Camarero. En una de ellas, de reciente publicación en su cuenta de Twitter, se hace eco de la queja del cliente de un bar por haberse ido sin cenar tras un incidente de causa mayor en el establecimiento.

Vaso de cerveza en un bar público, España
Nos han cobrado las cervezas y no nos han dado ninguna solución, dejando a ocho personas sin nada de cenar a las 23:00 horas"
incendio en la cocina
En el tuit se puede leer como un grupo de ocho personas vivió una desagradable experiencia en un restaurante cuando, tras haber esperado más de media hora por su cena, el establecimiento sufrió un incendio en la cocina.

Imagen de recurso
"Nos han cobrado las cervezas"
“Habíamos pedido para cenar hacía ya más de 30 minutos y hemos tenido la mala suerte de que se les quemó la cocina”, relata uno de los comensales afectados. Sin embargo, lo que más molestó al grupo no fue solo el contratiempo en sí, sino la falta total de soluciones por parte del personal del local y el hecho de que les pasaran factura por las bebidas: “Nos han cobrado las cervezas y no nos han dado ninguna solución, dejando a ocho personas sin nada de cenar a las 23:00 horas".
La situación ha generado críticas por la falta de empatía tanto por parte del local como por la de los propios clientes.
Entre ellas las del propio Jesús Soriano que irónicamente apoya al establecimiento: "Pues nada, ahora les hago unas tortillas mientras la cocina está en llamas".
Hay quienes como Manel recogen sel guante y critican que se quejen porque les hayan cobrado las bebidas. "Si te parece te las van a regalar" o que como Miriam, que proponen que "con el mismo fuego del incendio podían haber pochado una cebolla y haber hecho un pescado rebozado".
También están los que entienden la indignación de los comensales. "Cobrar las cervezas de una cena que no eres capaz de servir, es de bastante mal gusto. Tu cliente había ido a un restaurante, no una cervecería, a por un servicio que finalmente no recibe. Sin la expectativa de cenar, no habría cervezas".
"Evidentemente, ante un incendio en la cocina poco se puede hacer. Pero ya que no les puedes dar de cenar, sería un detalle no cobrar las bebidas, que la pérdida es pequeña", advierte en este sentido Cristina.