A los inversores y a los analistas se les acumula el trabajo. Hoy tienen que prestar atención especial a la “cumbre” entre los presidentes de Estados Unidos y Rusia. No es una cuestión baladí, porque a esta reunión se llega con el ambiente especialmente caldeado después de que Donald Trump haya asegurado que Europa se ha convertido en “su enemigo” comercial. Hoy se conocerá la balanza comercial de la zona euro, un dato a tener en cuenta en pleno enfrentamiento de Estados Unidos contra todos.

Los mercados además digieren hoy el dato de PIB de China, que crece a un ritmo del 6,7 por ciento en el segundo trimestre, frente al  6,8 del primer cuarto del año,  pero sin que de momento se dejen notar demasiado los efectos del enfrentamiento comercial con Estados Unidos. En general es un indicador que habla de cierta desaceleración, pero dentro de un contexto de  solidez de la economía china.  De hecho, ha crecido con fuerza la producción industrial, mientras las ventas al por menor han aumentado un 9 por ciento en el mes de junio. 

Media hora después de la apertura, el índice Ibex 35 sube un 0,3 por ciento, hasta 9.760 puntos.  La semana pasada, recordemos, se saldó con una pérdida acumulada del 1,7 por ciento. Baja BBVA, que lucha para no perder los seis euros por título. Aguantan Telefónica y Santander.  Y sube Repsol, que recupera los 17 euros por acción.  Hoy el petróleo se paga a poco menos de 75 dólares por barril.

Sube Enagás, que abrirá el martes una nueva temporada de presentación de resultados empresariales. Los expertos esperan una reducción de su beneficio debido a menos resultados extraordinarios.

Sigue débil supermercados Dia, que acumula ya una pérdida del 45 por ciento en lo que va de año. Hoy termina el plazo de aceptación de la OPA del fondo estadounidense Blackstone sobre Hispania. La oferta es de 18,25 euros por acción.

La prima de riesgo de España mejora muy ligeramente, se reduce a 99 puntos. La agencia de calificación de riesgos Fitch anunció el viernes, tras el cierre de los mercados, que mantiene el “rating” de España en A- con perspectiva estable. Considera que no hay motivo para modificar su calificación con la llegada del nuevo gobierno a la Moncloa.  Sin embargo advierte sobre la elevada tasa de desempleo, sobre la instabilidad política que genera la situación en Cataluña y sobre el excesivo déficit público. Con esta referencia, el Tesoro español acudirá en dos ocasiones al mercado a lo largo de esta semana en busca de financiación. Colocará letras a 3 y 9 meses el martes y bonos y obligaciones el jueves. La deuda española ofrece rentabilidad negativa en los plazos más cortos, desde tres meses hasta el tres años.