Un joven de Málaga gasta 1.300 euros en un palé con 17 cajas sorpresa de Amazon y lo que sale al abrir una la deja en shock: "He encontrado"

La venta de palés es una solución para muchas empresas que tienen que asumir un buen roto en sus cuentas de resultados. 

Composición con captura @esther.reeds

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María Bandera

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3 min lectura

Nos encaminamos a uno de los periodos de compras por excelencia, la Navidad. Muchos regalos que en ocasiones no cumplen con nuestras expectativas así que en muchos casos, al final, si es posible, acabamos devolviendo.

Por norma general tendemos a pensar que todos los comercios están obligados a aceptar nuestros cambios o devoluciones. Y no es así. La pelota está en el tejado de los establecimientos que son quienes deciden la política comercial a aplicar.

salvo defecto

Es decir, si compramos en un comercio  no tenemos el derecho legal a devolverlos (para cambiarlos por otros u obtener el reembolso del importe abonado) "a menos que tengan un defecto", según explica la administración del gobierno en su página web

Sin embargo, muchos  permiten a sus clientes devolver o cambiar los productos durante un plazo determinado, previa presentación eso sí, del recibo de compra. 

Saberlo si un comercio permite las devoluciones, es sencillo, basta con mirar el justificante de compra o consultar su política de devoluciones.

En las compras a distancia, ya sean on line, por teléfono o por catálogo, disponemos de un plazo de 14 días naturales para devolver el producto y conseguir el reembolso íntegro.

un pico para las empresas

Lo cierto es que las devoluciones pueden salir caras a las empresas. Por eso muchas han tomado cartas en el asunto.  Por ejemplo, hace meses el grupo textil Inditex empezaba cobrar 1,95 euros por las devoluciones  online para las que se solicite la recogida a domicilio.

 "La gestión de las devoluciones de los clientes es un verdadero quebradero de cabeza para muchas de las plataformas de comercio electrónico", afirma Cristian Castillo, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC. "El coste de la logística inversa puede suponer hasta el 4 % de la facturación de una tienda on line". Y eso puede sumar muchos ceros. 

La gestión de las devoluciones de los clientes es un verdadero quebradero de cabeza para muchas de las plataformas de comercio electrónico"

Cristian Castillo

, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC

La adicción a la cesta de compra 'online'

La adicción a la cesta de compra 'online'

los palés, un salvavidas

Por eso, en este contexto, las empresas de comercio electrónico han ideado formas que les permitan dar salida a aquellos productos que una vez devueltos no se pueden volver a poner a la venta. Es una alternativa que les permite amortiguar el coste de las pérdidas.  Es el caso de la venta de palés de artículos devueltos. "Un canal secundario en el que quien compra acepta que el producto es una devolución y puede no estar en perfecto estado", explica Castillo.

De esta manera plataformas como Amazon subastan palés llenos de cajas por amplios abanicos de precios.  El modus operandi es sencillo. En sus webs describen el tipo de producto que incluye el lote en cuestión y se ponen a subasta. El que más puje, se lo lleva. 

Lotes que suelen combinar productos en buen estado con otros que no lo están tanto. Aún así, la reventa de los aptos suele compensar los descartes. 

1.300 por un palé de Amazon

El contenido de uno de estos palés lo ha compartido Esther, una tiktoker malagueña. En su caso ha pagado 1.300 por uno de Amazon devoluciones valorado en 5.000 y que contiene 17 cajas. 

Esther comienza a abrir. "Primero una caja que trae un robot aspirador. No sé si funcionará, está un poco rayado. Habrá que probarlo", sentencia.

En otra, una cafetera  "que da la sensación de que nunca ha estado abierta, tiene como el sello de seguridad", indica. No es mal negocio porque según afirma "está valorada en unos 290 euros", siempre y cuando esté nueva.

Una vez abierto todo el palet, Esther se centra en varias de las cajas, con buenas y malas noticias.  En una ha encontrado una cafetera que vale la friolera de "800 euros". 

En otras, muchas cafeteras con "apariencia de que están rotas, desmontadas, llenas de café o sin algunos accesorios, así que la cosa se está poniendo chunga porque no sé si esto va a funcionar o se podrá reparar". 

Pero en definitiva el balance es bueno. "Estoy un poco en shock porque sí que es verdad que los productos más caros, están nuevos", concluye feliz. 

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