El envejecimiento de la población y el pago de las pensiones van a disparar la deuda de España durante las próximas décadas. Según la AIREF, el organismo independiente que vigila las cuentas públicas, en 2070 el déficit alcanzará el 7%. Un año en el que la deuda pública alcanzará el 186% del PIB si no se adoptan medidas para atajar este desfase.

La presidenta de la entidad, Cristina Herrero, ha presentado este viernes la opinión de la institución sobre la sostenibilidad de las administraciones públicas a largo plazo con el que pretende arrojar luz porque "cuanto antes actuemos menor será la magnitud del ajuste a realizar".

Estos cálculos se asientan en un escenario base en el que la población española alcanzaría los 50,3 millones de habitantes en 2050 y 52,1 millones en 2070 gracias al impulso de la migración, en el que la economía crecería una media del 1,3 % anual sin reglas fiscales.

Herrero ha explicado que, de acuerdo a estas proyecciones -"no son previsiones", ha insistido- el déficit público crecerá a partir de 2026 hasta situarse en un máximo del 8,1 % del PIB en 2055, para después reducirse hasta el 7 % hasta 2070.

Este incremento del desfase responde al aumento del gasto en pensiones, sanidad, educación y cuidados de larga duración asociados al envejecimiento, así como el propio coste de una deuda creciente, que llegaría al 6,9 % del PIB en 2070.

Herrero ha defendido la conveniencia de realizar un análisis global sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas, porque "no hay compartimentos estancos" para pensiones o comunidades autónomas y centrado en un reto, como es el envejecimiento, que "aflorará con fuerza a partir de la década de los años treinta".

EL FUTURO DE LAS PENSIONES

La reforma de pensiones llegaba el Consejo de Ministros con el sí de los sindicatos y la buena sintonía de los socios parlamentarios habituales del Gobierno: Esquerra, Bildu, PNV y el PDCat. El ministro Escrivá insistía ante el Pacto de Toledo en que no se perjudica a las empresas, aunque se busca aumentar los ingresos del sistema solo a base del incremento de cotizaciones. "Estamos hablando de algo seguramente muy prudente, muy gradual y muy manejable por todo el sistema y que no va a poner en riesgo ningún momento, el tejido productivo", defendía, a pesar de contar con la opinión contraria de la CEOE. Habrá subida de pensiones mínimas y máximas y un doble sistema de cómputo para calcular la pensión que beneficiará a carreras menos lineales.

LOS CAMBIOS

Esta reforma incluye que entre 2024 y 2027 las pensiones mínimas subirán por encima de la inflación para garantizar su suficiencia, lo que supondrá un alza de alrededor del 22 % de la pensión mínima contributiva con cónyuge a cargo, que pasará de 966,20 a 1.178,50 euros al mes y supondrá 16.500 euros anuales en 14 pagas en el año 2027. Con arreglo al mismo criterio de suficiencia, la pensión mínima no contributiva tendrá que situarse en el 75 % del umbral pobreza individual, lo que en 2027 serían cerca de 8.300 euros anuales o unos 592 euros al mes, frente a los 457,30 actuales.

En este sentido, Ángel de la Fuente, presidente de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, ha sostenido en ‘Herrera en COPE’ que las medidas adoptadas en la reforma de las pensiones "no favorecen la creación de empleo". Advertía el presidente de FEDEA que "en unos años el baby boom empezará a jubilarse masivamente y ahí la situación del sistema se deteriorará rápido porque cada año saldrá mucha más gente de la fuerza laboral de la que entra" y, por esto, en "pocos años tendremos que replantearnos otra vez el sistema".