El mítico restaurante Sant Pau, el triestrellado de Carme Ruscalleda de Sant Pol de Mar, renacerá el próximo mes de junio en el mismo local con nuevo nombre, Cuina Sant Pau, y con su hijo, Raül Balam Ruscalleda, al frente de los fogones.

El anuncio, publicado este jueves en La Vanguardia, se produce casi tres años y medio desde que Carme Ruscalleda y su marido, Toni Balam, decidieran cerrar el triestrellado restaurante.

En el lugar que ocupaba el aparcamiento y el jardín del Sant Pau, la hija del matrimonio Mercè Balam abrió junto con su pareja, Albert Rovira, El Jardí del Sant Pau, un bar de bocadillos.

En esta nueva etapa, Raül Balam contará con el chef brasileño Murilo Alves Rodrigues, que ha sido su mano derecha en Moments, el restaurante del hotel Mandarin Oriental, en Barcelona, y su socio en el Drac de Calella.

En declaraciones a Efe, Balam ha explicado que el interiorismo será obra del estudio madrileño de Bruno García Blas, y la carta de vinos será elaborada por la sumiller y amiga de toda la vida Meritxell Falgueras.

Asegura que el nuevo restaurante nace como "un proyecto humilde": "Hasta que no empiezas a nadar no sabes qué rumbo tomarás", afirma recogiendo una frase de su madre.

Cuina Sant Pau tendrá una carta "con producto y cocina local de territorio porque la comarca del Maresme en una zona privilegiada de huerta y de mar" y el comensal podrá comer en cada momento lo que haya en esa estación del año.

"En verano, si abrimos en junio, habrá los terciopelos de tomate, berenjenas, cebollas tiernas, pimientos, sin olvidar el fricandó, los canelones, los pies de cerdo, la lubina, el rodaballo".

El chef barcelonés prefiere no hablar de estrellas Michelin: "Buscamos un local donde se sirva comida para compartir, como un pequeño bistró, humilde y el tiempo dirá qué envergadura va a coger. Haremos cocina local allí donde se hacía cocina de tres estrellas Michelin".

En el nuevo restaurante se respirará el ambiente del Sant Pau (fotos, documentos) en las paredes y se usará la misma vajilla y cubertería que utilizó su madre.

"La cocina es la misma y no tocaremos nada porque estaba muy bien pensada para trabajar, tiene más de veinticinco años y parece que sea de ayer, pero cambiaremos los conceptos de estilo y de diseño de los comedores, cambiaremos el registro y lo llenaremos de historia", añade.

Y pone como ejemplo que en las paredes se colgarán un óleo de metro y medio que hizo su madre, varios cuadros suyos, las antiguas cartas del restaurante e incluso la chaquetilla que le dieron a Carme Ruscalleda cuando cerró el restaurante.

También recuperarán el billar que estuvo en el local más antiguo de Sant Pol, el Café del Centre, y que presidía la entrada del Sant Pau, "ahora convertido en mesa comunitaria para doce personas," e incluso contarán con la mesa de comedor de bodas de su bisabuela.

"Será un restaurante casual con cubertería de plata y vajilla de restaurante de tres estrellas", resume Balam, que sí cambiará la delicada cristalería que había en el Sant Pau.

En el Sant Pau, recuerda, había platos tradicionales como unas habas a la catalana, que no descarta para su nuevo proyecto, como no faltará el bacalao con col y alioli, el terciopelo de tomate (una especie de gazpacho con más aceite), las fresas y el pijama, "ese postre tan destrozado que le encantaba a mi abuelo y que combinaba un flan con nata, piña y melocotón en almíbar".

La idea inicial es que durante el verano el Cuina Sant Pau abra los fines de semana, desde el jueves por la noche al domingo, a partir de san Juan todos los días hasta la Mercè, y luego otra vez solo los fines de semana hasta el puente de la Purísima.