Un grupo de investigadores ha identificado, por primera vez, el uso de cuevas como madrigueras del lince ibérico de 30.000 años, según informa el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social(IPHES).

Un artículo científico publicado hoy en "Scientific Reports" expone que se ha identificado la Cueva del Gigante de Sitges (Barcelona) como madriguera de crianza del lince, por primera vez en la Península.

Los investigadores se basan en esqueletos de distintos tamaños del lince, pero también de presas, sobre todo conejos y pájaros con señales de mordeduras, y de restos de excrementos fosilizados.

La Cueva del Gigante, ahora medio inundada por el mar, es una de las que más restos fósiles ha proporcionado en todo el noreste peninsular y, en este caso, los del lince se acumulan en un mismo nivel sin que los haya alterado ningún otro carnívoro.

Este estudio abre nuevas perspectivas sobre el conocimiento de los linces ibéricos, porque su presencia abundante en otros yacimientos puede ser porque aprovecharan las cuevas como madriguera.

En segundo lugar, porque la abundancia de restos de conejos y aves en determinados yacimientos que, hasta ahora, se creía que era por la acción de los humanos prehistóricos, puede ser obra de los linces.

Hasta el momento, biólogos y etólogos han estudiado los hábitats, el comportamiento y las pautas alimenticias de los linces vivos en la actualidad, con el problema de la gran presión antrópica que sufre esta especie protegida, antaño muy abundante.