Tal día como hoy, un 3 de octubre de 1700, el Rey Carlos II, también conocido como el Hechizado, firmaba su testamento. Un documento en el que se reconocia a Felipe de Anjou, el nieto deLuis XIVde Francia y bisnieto de Felipe IV, como su sucesor. De esta forma, acababa en España la dinastía de los Habsburgo tras casi doscientos años en el poder y llegaba al trono la de los Borbones.

La cesión del trono de la corona de Castilla a Felipe de Anjou, generó una fuerte controversia entre las grandes potencias occidentales. El Sacro Imperio Romano Germánico, Inglaterra, las Provincias Unidas de los Países Bajos, el Ducado de Saboya y Portugal conformaron la Gran Alianza de La Haya, un bloque antiborbónico que ante el miedo de una hegemonía en Europa de una alianza entre España y Francia pretendía imponer a un candidato alternativo a Felipe de Anjou, el archiduque Carlos de Austria. De esta forma comenzaba en el 1702 un conflicto bélico por la sucesión de la monarquía hispánica. Conflicto que duraría hasta el año 1715. Primero como conflicto internacional y más tarde tras la firma del Tratado de Utrecht en guerra civil.

El Tratado de Utrecht significó la aceptación por parte de las potencias europeas en guerra con Francia y España de Felipe V como rey de España y el fin de la guerra con estos países, eso sí, a cambio de una serie de concesiones territoriales. Los Países Bajos españoles y los territorios italianos de Nápoles y Cerdeña pasaron a Austria. El Ducado de Saboya anexionó la isla de Sicilia e Inglaterra obtuvo los territorios de Gibraltar y Menorca, además de los derechos a comerciar con las Indias españolas y el permiso para comercializar con esclavos en las Indias.

Tras acabar con la guerra en la península ibérica Felipe V inició un reinado que no terminaría hasta el 9 de julio de 1746.