CINE ESTRENO
La cineasta Catarina Vasconcelos hace de la muerte y el luto un poema visual
/Corrige el nombre de la directora, Catarina Vasconcelos/
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/Corrige el nombre de la directora, Catarina Vasconcelos/
Alicia G. Arribas
Catarina Vasconcelos debuta en la dirección de largometrajes con "La metamorfosis de los pájaros", una película poética, cargada de ensoñaciones, en la que se habla del luto, de la muerte y de las ausencias con la misma cadencia con la que sus antepasados vivieron la vida: unidos al mar y a la naturaleza.
Pero en ese proceso creativo, que a Vasconcelos le llevó casi siete años de sus 35 de vida, la portuguesa supo que no quería hablar sólo de su círculo más cercano: "Quería hablar a otras familias porque, en el fondo, lo que cuento es una historia banal, no tiene nada de extraordinario, desgraciadamente todos los días mueren personas", explica por Zoom en una entrevista con Efe.
"Porque la pérdida nos toca a todos; no tiene credo, no tiene idioma, ni lengua, es algo que habla al idioma de las emociones y al tiempo es algo que nos une, nos implica a todos", y en ese punto, dice, se siente brutalmente unida a las gentes de Afganistán, a un sufrimiento "al que no encontramos sentido".
Tras obtener el Premio FIPRESCI en la Berlinale y el Zabaltegi-Tabakalera en la pasada edición del Festival de San Sebastián, "La metamorfosis de los pájaros" se estrenará en los cines este viernes 3 de septiembre.
Aunque es una autobiografía, la película le ha salido a Vasconcelos como un bello poemario, una ficción que a lo mejor no lo es tanto.
"Es casi como un puzzle, hice muchas entrevistas con la familia y, hablando con ellos, me di cuenta de que había muchas cosas que no se decían, secretos, cosas que no querían contar y cosas que cada uno contaba de una forma; esto me dio la posibilidad de crearme yo una imagen de la abuela ausente, también tenía yo derecho", se confiesa.
También habla de su madre, del diferente modo en que ella y su padre vivieron el luto, y de esa abuela "árbol", un concepto que Catarina supo incorporar a la catarsis familiar después de que su psicóloga le explicara que ella era como un árbol que crecía al rededor de otro árbol, "hasta que, de repente, ese árbol se muere, y deja un hueco enorme".
"Entendí -dice Vasconcelos- que la muerte siempre es algo violento y siempre se queda dentro de nosotros. Eso me pasó a mi, y no puedo huir a esta realidad".
Una "catarsis" personal que cuenta la historia de su familia y su profunda relación con la naturaleza; una primera parte en la que domina el mar y los larguísimos viajes del abuelo, ausente en la vida de sus seis hijos, y una segunda, tras la muerte de la abuela en la que toda la familia se funde con los árboles y las montañas.
Y, en medio, más de un siglo de la historia de Portugal: los años del dictador Salazar y cómo recibieron su muerte; la vida en las colonias, vista desde los ojos de un niño, el padre de Catarina, que atesoraba los sellos de las cartas que enviaba su padre, marino mercante, desde aquellos exóticos lugares.
La joven cineasta portuguesa cuenta que su primer impulso para saber que quería dedicarse al cine fue conocer a Agnes Vardà: "Su forma de hablar, tan sincera, cómo consigue relacionar su vida con las cosas que la rodean. Me sentí afortunada por encontrarla, fue mi fuente de inspiración".
"Tengo suerte porque ha habido muchos realizadores y realizadoras antes que yo y me siento privilegiada de poder estudiarlos, inspirarme en ellos", añade. Cita a Andrei Tarkovski, cuyo cine "son puras pinturas", y en Portugal, Manoel de Oliveira, autor de un cine "con una narración muy fuerte que a los portugueses nos tocan, como nuestra literatura"
Otro detonante fue la novela "Las olas", de Virginia Wolf.
"No entendí nada y lo entendí todo: su juego de voces que entran, salen, se entremezclan", todo eso al ritmo de un compás interior refinado, culto, que nace de su formación musical, hace que Vasconcelos haya creado una cinta muy especial, destinada sólo a ser mirada con calma.



