¿Qué es el FOMO? La popular y peligrosa tendencia entre los jóvenes: "Es literalmente un mecanismo muy parecido al de las drogas"
Francisco Molins Correa es doctor en neurociencias y desgrana en COPE cuáles son los dos mecanismos que intervienen en este miedo a perderse algo que existe fundamentalmente entre las nuevas generaciones

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En una sociedad donde la instantaneidad está a la orden del día, donde la conexión constante está a tan solo un clic de distancia, surge un término -o fenómeno, más bien-, que se ha arraigado muy profundamente en la sociedad, especialmente entre los más jóvenes. Hablamos del FOMO, siglas de "Fear of Missing Out" en inglés, y que podríamos traducir como ese miedo a perderse algo.
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Según estudios publicados por la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental, casi el 70% de los jóvenes de entre 18 y 34 años confiesa sufrir este síndrome. Básicamente podría definirse como esa sensación de ansiedad que surge cuando creemos que otras personas están viviendo cosas emocionantes y nos la estamos perdiendo.
el fomo y los sistemas más primitivos
Francisco Molins Correa, es doctor en neurociencias y profesor del Máster Universitario en Neuropsicología Clínica de la Universidad Internacional de Valencia y explica a COPE que desde el punto de vista neurobiológico, el FOMO "toca de lleno dos de los sistemas más primitivos": por un lado, la búsqueda de recompensa y por el otro, el rechazo social.
Vivimos en una sociedad "hiperestimulada" a nivel digital y, apunta, "lo normal es que esté en contacto con todas esas redes".
El neuropsicólogo explica que hay ciertos estudios que proponen "que hay ya como una especie de línea base de dopamina más elevada, como si esa sobreestimulación hiciera que a partir de ahora cada estímulo que aparezca en el entorno tuviera que ser mucho más intenso para que los jóvenes lo percibieran justamente como algo recompensante, algo que de verdad haga liberar más dopamina".

Imagen de recurso
En otras palabras, cuando tu cuerpo se acostumbra a un estímulo concreto, pero recibe otros estímulos muchos más fuertes, ese primer estímulo "se queda corto". Por lo tanto, ese primer estímulo ya no genera esa recompensa del principio y es necesario buscar "algo más".
Pues el FOMO se explica de manera un poco inversa: "Si tú de repente, de estar en esa generación donde estás en contacto constante con todo esto, empiezas a reducirlo, entra esa especie de inquietud; como si algo faltara". De hecho, Molins asegura que esto es "literalmente un mecanismo muy parecido al de las drogas".
SEGUNDO MECANISMO: RECHAZO SOCIAL
Si bien ya hemos hablado de esa búsqueda de recompensa, tal y como señala el doctor Molins, entra en juego un segundo mecanismo, que "quizás es incluso más antiguo", que es ese miedo al rechazo social, a quedar "fuera del grupo".
"Piensa que nuestro cerebro evolucionó en pequeños grupos y quedar excluido de ellos podría ser literalmente la diferencia entre sobrevivir o no", asegura. Por lo tanto, y tal como y vivimos en un mundo digital, cada notificación o mensaje al que no recibimos respuesta o cada plan en el que una persona no es incluida, hace que se pueda activar esa respuesta "de alerta, de que estamos fuera del grupo".

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Algunos estudios, de hecho, han observado que se activan regiones como la amígdala, responsable de procesar esas alertas y amenazas. "Entonces, como vemos, no es que los jóvenes de hoy en día estén menos disciplinados, sean más débiles, la generación de cristal, como a veces se llama. Simplemente se están enfrentando a estas plataformas que capturan su cerebro y atención".
A su juicio no es más que "una batalla constante" en la que tienen todas las papeletas de perder, ya que están "muy bien diseñadas". Por eso, el doctor Molins recuerda la importancia de entender estos mecanismos y no culpabilizar a los jóvenes. Más bien, la línea de actuación debería ir encaminada hacia la educación para intentar que "sobrevivan a estas tecnologías sin quedar atrapados en la trampa que puedan llegar a suponer".