El expresidente del Gobierno Felipe González ha pedido abordar "seriamente" una reforma fiscal tras criticar la competencia entre comunidades autónomas ante las nuevas rebajas de impuestos, como la anunciada por el socialista Ximo Puig, que considera que son "una carrera hacia no sé dónde".

Durante su intervención en el debate sobre el estado de su comunidad, Puig ha asegurado que la reforma fiscal valenciana no incluirá "regalos fiscales a las fortunas" y mantendrá el Impuesto de Patrimonio, aunque sí supondrá un ahorro medio de 111 euros para el 97,4 % de los contribuyentes, por un total de 149 millones.

Casi a la vez, el presidente de Aragón, el también socialista Javier Lambán, ha asegurado que "lo que hagan otras comunidades" le da "exactamente igual", pero ha reconocido que en el actual contexto económico, tras la pandemia de covid-19 y la alta inflación, podría ser "razonable" abordar la revisión de la fiscalidad en la comunidad.

Esto, que la portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra, ve como una "rebelión en las filas del PSOE", no modifica los planes del Gobierno, que por boca de su portavoz, Isabel Rodríguez, ha dejado clara su voluntad de aprobar un paquete de medidas fiscales basado en dos ideas: que "los que más tienen, más contribuyan" y ayudar a los colectivos más vulnerables.

En declaraciones a los medios su llegada a la presentación del archivo sonoro de la fundación que lleva su nombre, justo un mes antes de celebrarse los 40 años de la primera victoria del PSOE en unas elecciones generales, Felipe González ha criticado la carrera emprendida por algunas comunidades con las rebajas fiscales.

"Es una carrera hacia no sé dónde", ha dicho.

Posteriormente, ha subrayado que lo importante es afrontar "seriamente una reforma fiscal para saber cómo cubrimos los cinco o seis puntos de diferencia entre lo que gastamos y lo que ingresamos".

En concreto, sobre el anuncio del presidente de la Comunidad Valenciana, el socialista Ximo Puig, de deflactar el IRPF a rentas bajas, ha comentado que le parece "como mínimo curioso" y que así "ya tenemos más cosas de qué hablar".

Y ha señalado que él mismo ya advirtió en el año 1996 del peligro de que las comunidades autónomas rivalicen entre sí con la política fiscal.

El último líder autonómico en anunciar una rebaja de impuestos ha sido Puig, que el martes durante el debate de la Comunidad Valenciana avanzó una nueva tarifa autonómica del IRPF en este ejercicio, con nuevos tramos adaptados a la situación actual de inflación, junto con otras rebajas y beneficios fiscales que sólo afectarán a las rentas inferiores a 60.000 euros.

En concreto, la medida del IRPF adoptada por Puig es similar a la propuesta del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, de rebajar este impuesto por debajo de los 40.000 euros, lo que ha puesto en una situación incómoda al PSOE.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha rechazado este miércoles la "espiral" de bajadas fiscales en que están entrando las comunidades autónomas y ha dejado claro que la posición del Gobierno es opuesta a las "bajadas masivas de impuestos".

De hecho, el Gobierno tiene previsto presentar en los próximos días un paquete de medidas fiscales para el año 2023 incluyendo el nuevo impuesto a grandes fortunas, así como una "subida selectiva de impuestos" ya existentes, sin concretar cuáles.

Todas estas novedades fiscales llegan en plena negociación de los presupuestos de 2023 entre los socios de Gobierno de PSOE y Unidas Podemos y tras el anuncio del presidente de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, del PP, de suprimir el impuesto de patrimonio con una bonificación del cien por cien, una medida vigente ya en la Comunidad de Madrid.