Hoy martes el cine de TRECE comienza, a partir de las 12.30h, con el spaguetti western “Joko, invoca a Dios… y muere”, de Antonio Margueriti y con Richard Harrison como protagonista. Harrison encarna a Joko, un bandido traicionado por sus compañeros, que tras una estafa huyen con el cargamento de oro. Lleno de sed de venganza, irá tras la pista de los que escaparon con el botín.

Para ir abriendo apetito, a las 14.45h, no puedes perderte el clásico del cine negro de Samuel Fuller, “La casa de bambú”, y uno de los momentos más anecdóticos de su cine: el de la muerte de Cameron Mitchel a manos de Robert Ryan. Tras la II Guerra Mundial, Kenner llega a Japón para infiltrarse en una banda criminal con Dawson a la cabeza. Kenner tendrá que averiguar cuáles son sus intenciones verdaderas. Además de Mitchell y Ryan, aparecen también actores como Robert Stack y el japonés Sessue Haykawa.

Para la sobremesa, a las 16.40h, TRECE retransmite una de aventuras, la película “La mano izquierda de Dios”, dirigida por Edward Dmytrik y con Humphrey Bogart, Gene Tierney y Lee J. Cobb como protagonistas. Un sacerdote llega a China dentro de una misión católica. El religioso no parece muy contento con su labor, pero sus métodos y técnicas son de un tremendo éxito entre los habitantes de la zona.

Y a las 18.45h llega el western a las pantallas de TRECE con “Emboscada”, una de las pocas del género dirigida por el cineasta Gordon Douglas. Yellowstone Kelly, un cazador solitario, se dirige al fuerte de Caballería para vender sus pieles. De vuelta a su cabaña, es atacado por los indios sioux y son llevados a su compañero. La cinta contó con un reparto de lujo: Clint Walker , uno de los reyes del género durante los años 50 y 60, Edd Byrnes, John Russell y Ray Danton.

La sesión de cine concluye a las 20.20h con “Los escoltas”, un western de serie B con dos habituales del género como Joel McRea y Arlene Dahl y dirigido por Roy Rowland. Tres soldados escapan de una prisión y atacan un tren que lleva un cargamento de oro. Al ser atacado por los indios, los soldados se terminarán convirtiendo en los defensores de los pasajeros del convoy.