El Papa recibe durante el vuelo a Kazajistán una “capulana” de Mozambique, homenaje a la misionera asesinada

La tela símbolo de la mujer africana se ha entregado al Pontífice junto al comunicado oficial de las Hermanas Combonianas tras el asesinato de María De Coppi

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Esta “capulana” procedente de la Misión de Mozambique donde trabajaba la misionera María De Coppi “es símbolo de la vida del pueblo de mozambique y de tantos pueblos de África. Pertenece a las mujeres, también a las más pobres, porque gracias a esta tella ellas cuidan de la vida, desde el inicio hasta el fin”.

Así se lo ha entregado la corresponsal de COPE, Eva Fernández, que viaja en el vuelo oficial junto al Papa Francisco en su viaje a Kazajistán. Y por ello, han escogido este símbolo para presentar al Pontífice la vida del pueblo de Mozambique, “que en este momento necesita estar protegido con la capulana de la oración, de la justicia, de la proximidad y de la solidaridad”.


La "capulana" más bonita

“Cuando un niño nace se le envuelve en la capulana de su madre, mientras crece su madre se lo pega a la espalda con la capulana. También, cuando una mujer se casa porta la capulana más bonita y ella también regala una a su madre por haberla cuidado durante su vida”, explican las hermanas en el comunicado oficial.

De la misma forma, relatan cómo las capulanas también forman parte de la Liturgia “o incluso cuando alguien enferma se le cubre con la capulana. Finalmente, cuando muere se le entierra con la capulana”.

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El comunicado oficial

"La muerte de nuestra hermana regenerará la vida misionera en Mozambique y en todo el mundo", escriben en el comunicado que ha recibido el Papa. "Con inmenso dolor por el asesinato de nuestra hermana, María De Coppi, y por el ataque a la misión de Chipene el pasado 6 de septiembre, las Hermanas Misioneras Combonianas queremos reafirmar nuestro compromiso de permanecer unidas en la oración, la solidaridad y la Misión, justo cuando el trabajo es más duro. Los pasos de los misioneros en esta tierra no se detienen por la violencia".

La muerte de nuestra hermana, concluyen, "se convertirá en una semilla que regenerará la vida misionera en Mozambique y en todo el mundo".


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