El Papa recuerda Sudán y las masacres en la región de Darfur tras el rezo del Ángelus: "Con gran dolor..."

El recrudecimiento de las masacres en la región de Darfur, en el oeste de Sudán, indigna al Pontífice que pide más compromiso a la comunidad internacional

El Papa pide por Sudán

El Papa pide por Sudán

Rodrigo Simón Rey

Madrid - Publicado el

4 min lectura

Son 3383 kilómetros los que separan el apartamento del Papa en el Palacio Apostólico del Vaticano, esa ventana desde la que pronuncia el Ángelus cada domingo, de la ciudad de El Fasher, en la región de Darfur en Sudán. A pesar de la lejanía, el Papa no ha podido dejar de fijarse en lo que allí ocurre: "Queridos hermanos y hermanas:  con gran dolor sigo las trágicas noticias que llegan de Sudán, particularmente de la ciudad de El Fasher, en el martirizado Darfur del norte. La violencia indiscriminada contra mujeres y niños, los ataques contra civiles indefensos y los graves obstáculos a la acción humanitaria están causando un sufrimiento inaceptable a una población extenuada tras largos meses de conflicto. Recemos para que el Señor acoja a los difuntos, sostenga a los que sufren y toque los corazones de los responsables. Reitero mi sincero llamamiento a las partes implicadas para que decreten un alto el fuego y abran con urgencia corredores humanitarios. En fin, invito a la comunidad internacional a que intervenga con decisión y generosidad, ofreciendo asistencia y apoyando a quienes trabajan incansablemente para proporcionar asistencia humanitaria."

Con estas palabras se refiere a las últimas masacres llevadas a cabo por los milicianos de las Fuerzas de Acción Rápida de Sudán. Este grupo armado se ha hecho fuerte en el oeste del país, en la región del Darfur, después de que el marzo pasado perdieran el control de la capital, de Jartum, que fue recuperada por las fuerzas gubernamentales. Aunque parecía que aquel movimiento era un punto de inflexión en la larguísima y cruenta guerra civil que, en diferentes etapas, el país arrastra desde hace décadas. La región de Darfur, sin embargo, que es la clave de este conflicto, sigue bajo el control de esta milicia que cuenta con el apoyo de agentes externos como Emiratos Árabes Unidos.

La región del Darfur, sombreada en azul y la capital de El Fasher, recientemente conquistada por las Fuerzas de Acción Rápida

Elaboración propia

La región del Darfur, sombreada en azul y la capital de El Fasher, con el marcador verde, recientemente conquistada por las Fuerzas de Acción Rápida

En los últimos días, las noticias que llegan desde allí son estremecedoras. Masacres en hospitales, cientos de personas huyendo despavoridas por el desierto, patios convertidos en fosas comunes, ensañamiento feroz contra familias enteras, cientos y cientos de asesinados a sangre fría... Todo ello desde que esas Fuerzas de Acción Rápida entraron en El Fasher, la capital del Norte de Darfour. Financiados por Emiratos Árabes Unidos, son un grupo armado árabe que busca imponer un gobierno favorable a esa etnia, por encima de la etnia negra, el otro gran grupo del país. Por eso, e interesados en las reservas de oro, los micropaíses del golfo y especialmente los emiratíes, están ejerciendo su influencia en la Guerra Civil que se desarrolla al otro lado del Mar Rojo.

Hay que decir que, si bien las Fuerzas de Acción Rápida tienen un carácter panarabista, no son un grupo yihadista, ni islamista, de hecho, llevan a gala ser contrarios a este tipo de grupos. En conflictos pasados se han enfrentado con los hutíes de Yemen o con el propio Daesh, es importante destacarlo porque, si uno se fía de análisis superficiales o interesados sobre la cuestión, caería en generalizaciones que hablan de conflicto religioso o incluso de un genocidio de cristianos a manos de un grupo islamista y, ambas afirmaciones, carecen de cualquier rigor. Tampoco es cuestión de negar lo evidente, las víctimas cristianas del avance de esta milicia reciben un ensañamiento adicional por el simple hecho de profesar esta religión, pero conviene aclarar que que no son el objetivo exclusivo ni prioritario de estas masacres.

Un ángelus para los difuntos

papa angelus

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Es un domingo especial, el día de los Fieles Difuntos y, el Pontífice, ha querido recordarlos. Desde el balcón del apartamento papal en el Palacio Apostólico del Vaticano, León XIV ha querido señalar la preocupación de Dios por cada alma humana: "que nadie se pierda para siempre, que cada uno tenga su lugar y resplandezca en su unicidad.” León XIV habló de la relación entre la festividad de Todos los Santos y el día de los Difuntos como "dos dimensiones de una misma realidad: la comunión universal del amor de Dios.

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