El Papa León XIV ha animado a los jóvenes a redescubrir el valor del silencio y de la oración: “En el silencio del corazón, Dios nos habla”

A un día de irse de vacaciones de verano, el Papa León XIV ha recibido esta mañana en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, a un grupo de jóvenes, profesores y sacerdotes procedentes de Dinamarca, Irlanda, Inglaterra, Gales y Escocia.

A este grupo, que se encuentra en Roma como parte de una peregrinación por el Año Santo, el pontífice les ha explicado que “en la escucha y en la oración se escucha la voz de Dios”. Además, ha subrayado que, en medio de una cultura saturada de ruido e información constante, muchos han perdido la capacidad de escuchar “de verdad”, y ha animado a los jóvenes a redescubrir el valor del silencio y de la escucha interior: “Dios nos habla en el corazón, desde lo más profundo, y allí nos invita a conocerlo mejor y a vivir en su amor”.

 “El Espíritu Santo actúa en estos momentos para transformarnos”  

León XIV ha animado a los peregrinos a aprovechar la visita a Roma no solo como una experiencia cultural o devocional, sino como una oportunidad para fortalecer la fe: “Aquí, en esta ciudad donde Pedro y Pablo ofrecieron sus vidas como mártires, encontramos un testimonio radical de amor a Jesús. Y es esa fe vivida con coherencia la que podemos compartir más fácilmente con los demás cuando ha sido alimentada por la gracia de Dios”.

Agradeciendo la presencia del grupo, el Papa ha señalado que la peregrinación representa un tiempo privilegiado para el encuentro con Dios, lejos de la rutina y las distracciones diarias: “El Espíritu Santo actúa en estos momentos para transformarnos con ternura, moldeando en nosotros el corazón de Cristo”.

A los profesores: “Ustedes también son testigos”  

También se ha dirigido especialmente a los profesores y les ha recordado la responsabilidad de quienes educan en la fe: “Los jóvenes los observan no solo por lo que enseñan, sino por cómo viven”, ha advertido. “Sean modelos de vida y de fe. Cultiven cada día su relación con Cristo, que es el verdadero maestro. Así podrán guiar con autenticidad a quienes les han sido confiados”.

"la peregrinación no termina al volver a casa"

Antes de impartir su bendición final, León XIV ha hecho una última invitación a todos los presentes: “Recuerden que esta peregrinación no termina al volver a casa. La verdadera peregrinación es la que continúa cada día, en nuestra vida cotidiana, como discípulos de Cristo. Con la ayuda del Señor, la intercesión de los santos y el aliento mutuo, esta experiencia seguirá dando fruto”.