"Si no hay diversidad, no hay Iglesia": El Papa León XIV reconoce a los Pueblos Originarios como profetas en el Jubileo

Un encuentro virtual donde el pontífice reconoce las "luces y sombras" de la evangelización en América Latina e invita a los pueblos indígenas a ser protagonistas de la esperanza

Pueblos Originarios

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Gonzalo de Esteban

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

El Papa León XIV ha dirigido un mensaje profético a los Pueblos Originarios durante su celebración virtual del Jubileo (14 al 16 de octubre), reconociendo explícitamente que "ustedes constituyen una voz irremplazable dentro de la comunión eclesial". En un gesto sin precedentes, el Pontífice no solo convoca a las comunidades indígenas de América Latina y el Caribe a profundizar en su fe durante el Año Santo, sino que también admite abiertamente las "luces y sombras" de la larga historia de evangelización que han experimentado estos pueblos, abriendo así la puerta a una verdadera reconciliación eclesial.  

El Jubileo de los Pueblos Originarios representa una ocasión sagrada de encuentro personal con Jesucristo, no como una "mera celebración externa", sino como un tiempo precioso de reconciliación, memoria agradecida y esperanza compartida. León XIV enfatiza que este es un momento crucial para que los pueblos indígenas relean su historia y realidad, afrontando el futuro con esperanza a pesar de las tribulaciones que puedan estar atravesando, reconociendo siempre que "Uno sólo es el origen y la meta del universo".  

Este evento mundial, organizado desde la Presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM), marca un reconocimiento sin precedentes de la dignidad, espiritualidad y vocación profética de los pueblos indígenas en la estructura eclesial global. León XIV, heredero del legado pastoral del Papa Francisco hacia las periferias, eleva ahora a los Pueblos Originarios al centro de la sinodalidad eclesial durante el Año Santo.  

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 Las heridas del pasado, la gracia del presente

En un acto de transparencia teológica sin igual, León XIV reconoce que la evangelización de los Pueblos Originarios está cargada de "luces y sombras", tal como han enseñado repetidamente los obispos de América Latina y del Caribe. No elude la complejidad histórica, sino que la abraza como punto de partida para una verdadera transformación. El Pontífice invita expresamente a que el Jubileo sea tiempo de perdón y reconciliación con la propia historia.  

Subrayando que "solo podremos ser Pueblo si realmente nos abandonamos al poder de Dios", León XIV plantea que reconocer tanto las luces como las heridas del pasado es el camino hacia la sanación. Este no es un llamado al olvido, sino a integrar la complejidad histórica en la fe renovada, permitiendo que la gracia de Cristo redima y sane a cuantos le abren el corazón. La teología papal reconoce que Dios ha insertado "semillas del Verbo" en todas las culturas, y estas florecen de forma nueva y sorprendente cuando se permite el diálogo genuino. Citando a San Juan Pablo II, León XIV subraya que cuando la Palabra de Dios penetra una cultura, es natural que cambien elementos en ella, pues la fuerza del Evangelio es "transformadora y regeneradora" en todas partes.  

Vatican City (Vatican City State (Holy See)), 04/10/2025.- Pope Leo XIV arrives to lead the Jubilee Audience of Migrants and the Missionary World in Saint Peter's Square, Vatican City, 04 October 2025. (Papa) EFE/EPA/RICCARDO ANTIMIANI

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  Diálogo, encuentro y la voz profética de los pueblos indígenas

León XIV destaca que el diálogo y el encuentro son elementos claves para que la Iglesia aprenda de los distintos modos de ver el mundo. A través de esta relación mutuamente enriquecedora, se valora lo que es "propio y original de cada cultura", descubriendo juntos la vida abundante que Cristo ofrece a todos los pueblos. La universalidad de la Iglesia, subraya el Pontífice, "no uniforma, sino que acoge, dialoga y se enriquece con la diversidad".  

Esta afirmación coloca a los Pueblos Originarios en el corazón de la sinodalidad eclesial, no como beneficiarios de una caridad condescendiente, sino como portadores de una riqueza espiritual, histórica y cultural irreemplazable. León XIV enfatiza que compartimos la fragilidad de la condición humana marcada por el pecado original, y porque hemos sido alcanzados por la gracia de Cristo, quien "derramó hasta la última gota de su Sangre" para que tuviéramos "vida en abundancia, sanando y redimiendo a cuantos le abren el corazón". Los Pueblos Originarios, con su comprensión ancestral de la comunidad y la sacralidad de la creación, ofrecen una perspectiva vital para que la Iglesia viva plenamente su vocación misionera.  

Video mensaje del Papa con motivo de las Jornada Mundial de las Misiones


 La audacia de la verdad sin miedo

En el cierre de su mensaje, León XIV invoca el concepto que tanto amó el Papa Francisco: la "parresía", esa audacia evangélica de salir de uno mismo para anunciar el Evangelio sin miedo y con libertad de corazón. El Pontífice convoca explícitamente a los Pueblos Originarios a presentar con valentía su propia riqueza humana, cultural y cristiana en el concierto de las naciones.  

"Ustedes se reúnen ahora para profundizar todas estas cosas", señala León XIV, invitando a los pueblos indígenas a no renunciar a su voz profética. En un mundo donde el poder, la dominación y la tecnología amenazan con eclipsar los valores del espíritu, los Pueblos Originarios tienen la responsabilidad de anunciar una verdad coherente, enraizada en su conexión ancestral con lo divino, la naturaleza y la comunidad. Este es un llamado a que las comunidades indígenas se conviertan en profetas de una verdad integral que solo ellas pueden proclamar desde su experiencia histórica, espiritual y comunitaria.  

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