Padre Christian Carlassare, obispo en Sudán del Sur: "El Papa viene a demostrar su cercanía con este pueblo"
En abril del año pasado, el obispo de Rumbek fue víctima de un atentado y tras casi un año el próximo 25 de marzo tomará finalmente posesión de la diócesis
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El pasado jueves, 3 de marzo, conocíamos la noticia que el próximo mes de julio, Sudán del Sur y la República Democrática del Congo recibirán al Papa Francisco. África será de nuevo, por quinta vez, el continente escogido para un viaje apostólico. Aún no se conoce el programa en detalle, pero sí sabemos que el Papa visitará las ciudades de Kinshasa y Goma, en el Congo, y la ciudad de Juba, capital de Sudán.
En Sudán del Sur visitará a un país que lucha por cuidar y preservar los frágiles Acuerdos de Paz y salir del marasmo en que se encuentra desde la independencia. En el año 2018 se alcanzó un esperanzador acuerdo en Addis Abeba gracias a la mediación de la Comunidad de San Egidio. Posteriormente, en abril de 2019, el Papa dejó una de las imágenes del pontificado al recibir en el Vaticano a los principales líderes sur sudaneses y besarles los pies para rogarles que dejaran de matarse y alcanzaran un acuerdo de paz.
?? El #Papa viajará a la República Democrática del Congo del 2 al 5 de julio de 2022 visitando #Kinshasa y #Goma y a Sudán del Sur del 5 al 7 de julio.
— Eva Fernández (@evaenlaradio) March 3, 2022
Un viaje complicado, muy deseado por @Pontifex_es.
Los detalles se conocerán más adelante.#Vaticano
El presidente de la Conferencia Episcopal — a la que pertenecen también los obispos de las dos diócesis de Sudán: Jartum y El Obeid — es el obispo de Torumba-Yambio, Edward Hiiboro Kussala. Entrevistado por ECCLESIA en 2019, el prelado reconocía ya entonces que los cristianos estaban esperando al Papa «con los brazos abiertos».
En abril del año pasado, no obstante, el obispo electo de Rumbek, el italiano Christian Carlassare, fue víctima de un atentado semanas antes de la fecha prevista para su toma de posesión. Y es justo con el obispo electo que ECCLESIA ha hablado para saber en primer lugar cómo está y obviamente cómo se ha recibido en el país la noticia del viaje del Santo Padre.
El obispo electo se encuentra todavía en Italia, pero en pocos días viajará hacia Rumbek donde el próximo 25 de marzo tomará posesión de la diócesis.
A partir de ese momento será el obispo católico más joven del mundo: “Voy hacia Sudán del Sur con mucha gratitud hacia toda la Iglesia de Rumbek que me vuelve a acoger tras todo lo que ha sucedido durante este año. Siento mucha cercanía y muchas ganas de caminar juntos. Que me hayan pedido volver es algo muy importante para mí”. Preguntado sobre cómo cree que será acogido en el país, Christian cree que con “gran alegría y gran esperanza. Será fundamental que la gente vea que somos una Iglesia que quiere estar cerca de la población, especialmente en los momentos más difíciles y dar esperanza para una paz que siempre es posible”.
El viaje del Papa será sin ninguna duda uno de los acontecimientos más relevantes de todo el año en Sudán del Sur. El obispo considera que el viaje del Papa es “una gracia muy grande”.
“Ese acuerdo de paz alcanzado en 2019, también tras el retiro predicado por el Papa y otras autoridades religiosas a los gobernantes, dio lugar a este gobierno de unidad nacional y a una primera paz hecha a altos niveles. Pero ahora, el hecho de que el Papa venga a visitar la nación significa que viene sobre todo a ver al pueblo, a demostrar su cercanía y relanzar este acuerdo de paz para que se haga realidad, superando las dificultades que lamentablemente todavía existen en el territorio”.
Christian cree que lo que está proponiendo el Papa Francisco es una “imagen de Iglesia reconciliada con su pasado, finalmente atenta y reunida con María bajo los crucifijos de la historia de hoy: aquellas personas que más sufren en situaciones de pobreza, conflicto y división. El Papa es la presencia de una Iglesia samaritana que se acerca a curar las heridas de los que sufren”.
Por último, preguntado sobre el juicio sobre el atentado que recibió el obispo italiano hace un año, el obispo afirma que “avanza rápidamente, ha habido confesiones y estamos a la espera de que se dicte la sentencia. Creo que fue un shock para todos y a partir de ahí debemos trabajar para sanar estas heridas esperando y creyendo que las personas pueden cambiar. Por mi parte, siempre hay serenidad y el deseo de perdonar, de vivir este perdón y trabajar juntos con cualquier que esté dispuesto a caminar”.
