El sociólogo Alejandro Macarrón, sobre el invierno demográfico : "Una sociedad sin hijos está condenada al deterioro afectivo y económico"
La demografía es el cuarto de los cinco episodios del proyecto 'Lo que ahora importa' de la Conferencia Episcopal Española en la que abordan cinco grandes cuestiones de nuestro tiempo

‘Lo que ahora importa’, el nuevo proyecto de la Conferencia Episcopal Española
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La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha lanzado Lo que ahora importa, un videopodcast compuesto por cinco episodios en los que se aborda el presente desde perspectivas como salud mental, familia, educación, demografía y liderazgo femenino. En el cuarto capítulo, Alejandro Macarrón, ingeniero y coordinador del Observatorio Demográfico del CEU, alerta de esta "tormenta demográfica" en una entrevista en Lo que Ahora Importa. Más allá de los datos fríos, Macarrón advierte de las consecuencias humanas y sociales de una España sin niños: "Estamos construyendo un desierto afectivo sin hermanos, sin primos, sin nietos".
España vive una de las crisis demográficas más silenciosas pero profundas de su historia. A pesar de contar actualmente con más de 47 millones de habitantes, el número de nacimientos se ha desplomado a niveles alarmantes: apenas 300.000 niños nacen al año, la mitad que en 1858, cuando la población era de solo 15 millones. La tasa de fertilidad, que en los años 70 rondaba los tres hijos por mujer, se sitúa hoy en torno a 1,19, muy por debajo del nivel de reemplazo generacional (2,1).
El 40% de los jóvenes no tendrían hijos. Y más de la mitad no tendrá un nieto”
Responsable de Estudios y Análisis Social del CEU-CEFAS
Una sociedad envejecida y sin relevo
España avanza hacia un futuro envejecido sin apenas capacidad de reacción. Según Macarrón, "en 2050, el 30% de la población tendrá más de 65 años y los mayores de 80 se duplicarán". Esto plantea retos descomunales para el sistema de pensiones, el cuidado de mayores y el equilibrio político y fiscal.
"Nos vamos adaptando al deterioro poco a poco, sin que nos duela del todo, como las termitas que van socavando una estructura", señala. En su análisis, la política también sufrirá: "Si los mayores son una mayoría del electorado, las decisiones fiscales beneficiarán a los jubilados en detrimento de los jóvenes que aún podrían tener hijos".

familia
Crisis de valores y falta de apoyo
Macarrón apunta directamente a una "crisis de valores" como una de las raíces principales del colapso natal. "Una sociedad que ya no ve la familia ni la paternidad como un valor esencial está destinada a desaparecer", afirma con contundencia. Para él, el individualismo, el materialismo y la pérdida de religiosidad están detrás de este descenso continuado de nacimientos.
Además, critica el papel del Estado: "Cuando en España teníamos casi tres hijos por mujer, el Estado gastaba el 19% del PIB. Hoy, con un gasto del 45%, tenemos menos niños que nunca". Propone rebajas fiscales proporcionales al número de hijos, ayudas a la crianza y revisar el modelo de pensiones: "Si nadie tiene hijos, no habrá pensiones. Si todos tuvieran cuatro, no habría problema".
"No podemos resignarnos a desaparecer"
Pese a la gravedad de los datos, Macarrón mantiene una chispa de esperanza. "Cada vez se habla más del problema demográfico, y eso es el primer paso para afrontarlo", afirma. Para él, es imprescindible recuperar la narrativa positiva de la familia y los hijos: "Una vida con niños y familia es mejor para casi todos, hay que volver a contarlo".
En su visión, la ética laica que ha sustituido a la religiosa debe asumir también el valor de la natalidad: "Si no recuperamos los valores de familia y fecundidad, tenemos un problema serio". Macarrón no esconde su convicción: "Estoy convencido de que los recuperaremos. No tiene sentido resignarnos a hundirnos".