José Martín Aguado, profesor: "La familia es insustituible y en casa no se exige perfección, se aprende a amar"

La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha lanzado Lo que ahora importa, un videopodcast compuesto por cinco episodios en los que se aborda el presente desde perspectivas como salud mental, familia, educación, demografía y liderazgo femenino. En el segundo capítulo, centrado en la familia, el profesor y divulgador José Martín Aguado participa junto al periodista Israel Remuiñán para reflexionar sobre los retos que enfrentan hoy los padres y las madres. A través de este formato, la CEE busca fomentar una conversación profunda y accesible sobre temas cruciales que afectan a la sociedad actual.

A lo largo del episodio, se subraya la importancia de la familia como núcleo de apoyo en tiempos de incertidumbre. Aguado, padre de familia, defiende cómo la figura del padre y la madre sigue siendo esencial para la salud emocional y el desarrollo integral de los hijos.  

El desafío de criar en un mundo exigente  

José Martín Aguado subraya las presiones que sufren las familias en la actualidad: "Mi hijo puede parecer un fracaso en la sociedad en la que vivimos". Con esta frase, Aguado apunta a las tensiones cotidianas que enfrentan padres e hijos, atrapados entre expectativas profesionales, rendimientos académicos y estándares sociales cada vez más exigentes.

Además, el educador advierte que esta sobrecarga genera una sensación de insuficiencia constante: "Vivimos pendientes de rendir, y eso nos desconecta de lo verdaderamente importante: la relación humana dentro del hogar".  

La familia, núcleo de resiliencia  

El videopodcast destaca que la familia sigue siendo el pilar de contención emocional: "La familia es insustituible", afirma Aguado, recordándonos que, a pesar del individualismo, es el entorno que más contribuye al bienestar personal.

Aguado enfatiza que, lejos de ser relictos tradicionales, los vínculos familiares ofrecen enseñanza, cariño y fortaleza frente a las adversidades. "Ahí se forma la capacidad de amar y de aprender a afrontar las circunstancias con esperanza".

Un llamado a la esperanza y acción  

En su intervención, Aguado lanza un mensaje optimista: "No podemos resignarnos a un modelo donde el hogar es un lugar de glamur, debe ser un refugio", recalca.

Con ello, anima a las familias a dedicar tiempo de calidad, a dialogar sin miedo y a abrazar la imperfección como parte del crecimiento conjunto, en lugar de buscar la perfección impuesta por la presión social.