Un sacerdote de Madrid explica cómo se debe para montar un Belén correctamente: esta es la figura que tienes que colocar primero
El padre Pedro Merino explica en ‘Ecclesia al día’ cómo recuperar el significado espiritual de esta arraigada tradición navideña

Madrid - Publicado el - Actualizado
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La Navidad se acerca y, con ella, una de las tradiciones más arraigadas en los hogares españoles: montar el belén. Lejos de ser un mero adorno, el nacimiento representa el centro de la fe cristiana. Para profundizar en su montaje y significado, el sacerdote Pedro Merino ha compartido sus reflexiones en el programa ‘Ecclesia al día’ de TRECE, ofreciendo una guía para que esta costumbre no pierda su sentido espiritual y se convierta en un momento de evangelización familiar.
El Misterio, el corazón del belén
El padre Merino subraya que el montaje debe comenzar por las figuras esenciales: el Niño Jesús, la Virgen María y San José. “Lo primero que debemos colocar es el Misterio, que es el motivo de la celebración”, ha afirmado. Este núcleo, conocido como la Sagrada Familia, es el verdadero protagonista y debe ocupar un lugar central y destacado. Según el sacerdote, este primer paso es fundamental para recordar que la Navidad conmemora el nacimiento del Salvador.
Lo primero que debemos colocar es el Misterio, que es el motivo de la celebración"
Párroco de la parroquia San Salvador, en Leganés
A partir de ahí, se incorporan el resto de elementos que componen la escena. La mula y el buey, aunque no se mencionan en los evangelios canónicos, son una tradición que simboliza la humildad del pesebre y el cumplimiento de las escrituras. Su presencia ayuda a crear una atmósfera de calidez y recogimiento en torno al recién nacido, que representa la luz que llega al mundo.

Belén de la parroquia San Salvador, en Leganés
Cada figura que se añade al belén tiene un propósito catequético. Los pastores, explica Merino, “representan la sencillez y la humildad de quienes fueron los primeros en recibir la buena nueva”. Su inclusión nos recuerda que el mensaje de salvación se dirige a todos, especialmente a los más pobres y sencillos de corazón. Junto a ellos, el ángel anunciador proclama la gloria de Dios y trae un mensaje de paz a la humanidad.
Montar el belén en familia es una catequesis doméstica y una forma de transmitir la fe a los más pequeños"
Párroco de la parroquia San Salvador, en Leganés
El sacerdote destaca también la importancia de involucrar a toda la familia en el proceso. “Montar el belén en familia es una catequesis doméstica y una forma de transmitir la fe a los más pequeños”, ha señalado. Este acto compartido se convierte en una oportunidad única para explicar a los niños el relato del nacimiento de Jesús de una manera visual y participativa, creando recuerdos que perduran y fortalecen los lazos familiares y religiosos.
un espacio para la oración
El padre Merino invita a que el belén no sea solo un objeto decorativo, sino un rincón de oración en el hogar durante el Adviento y la Navidad. Rezar la novena, cantar villancicos o simplemente tener un momento de silencio frente al nacimiento puede ayudar a las familias a preparar el corazón para la llegada del Señor. Figuras como los Reyes Magos, que se colocan avanzando progresivamente hacia el portal, simbolizan precisamente ese camino de búsqueda y adoración al que todo cristiano está llamado.





