Rosalía: “Un artista duda menos de su vocación cuando trabaja al servicio de Dios”

Rosalía habló en Ciudad de México, en una entrevista difundida por 'Tu Música Hoy', sobre su nuevo disco 'LUX'. Durante la conversación, la artista explicó que este proyecto ha sido una experiencia distinta a todo lo que había hecho antes, tanto en lo creativo como en lo personal. “Este disco me ha hecho crecer de una forma que quizá no me había pasado en trabajos anteriores”, aseguró.

Para ella, la clave fue poner su música “al servicio de Dios”. “Un artista duda menos de su vocación cuando trabaja al servicio de Dios”, declaró, explicando que, al conectar su arte con una dimensión espiritual, su camino profesional cobró un nuevo sentido.

 Inspiración y tema del álbum  

El álbum Lux se estructura como una obra ambiciosa: está dividido en cuatro movimientos (o etapas) que representan, según Rosalía, temas como pureza, gravedad, gracia y despedida. Las canciones están interpretadas en hasta 13 idiomas, incluyendo español, inglés, latín, árabe y ucraniano, como reflejo de su deseo de “amar lo plural e infinito”. 

'Mio Cristo Piange Diamanti', la canción que Rosalía escribió con el traductor de Google: "Me costó un año"

En cuanto a contenido, la cantante explicó que Lux se inspira en la “mística femenina” y en la vida de mujeres santas de todo el mundo: por ejemplo mencionó a Santa Rosa de Lima, Santa Teresa de Jesús y Hildegard von Bingen. En sus propias palabras: “Me interesa mucho la mística femenina. El disco está inspirado en las mujeres santas de alrededor del mundo.” Rosalía también reconoció que la iconografía religiosa no es simple decoración en este proyecto: es parte de su experiencia personal de fe. Como dijo en una entrevista, “I think I\'ve always felt like I have a very personal connection … with God … He has given me so much, the least I could do is make an album for him.”

 El proceso creativo y la vocación reafirmada  

Rosalía relató que dedicó cerca de un año únicamente a escribir las letras de este álbum, y otro año más al proceso de composición, orquestación y retoque interno. A lo largo de ese tiempo, estudió músicas clásicas, tradiciones culturales diversas y también textos espirituales para alimentar su creación. Como ha explicado: “This album has a completely different sound than any of the projects I’ve done before … It was a challenge for me to do a more orchestral project and … learn and study from amazing composers in history and say, ‘OK, that\'s what \'s been done. What can I do that feels personal and honest for me?’”

En ese trayecto, la artista dice haber encontrado que cuando la música se genera desde un lugar tan íntimo, la fe, la vocación, lo que trasciende lo inmediato, la duda disminuye. Por eso enfatiza que trabajar “al servicio de Dios” no significó dejar de ser artista, sino comprender su arte de otra manera: como misión, no solo meta.