¿De qué se habló en el I Congreso “Iglesia y Sociedad democrática"?
Todo preparado para la segunda edición de este espacio de encuentro y diálogo organizado por la Fundación Pablo VI que abordó en 2018 el papel de la Iglesia en la Transición

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Los días 3 y 4 de octubre de 2018 se celebró en la Fundación Pablo VI el Congreso “La Iglesia en la Sociedad democrática”. Una iniciativa surgida con el apoyo de la Conferencia Episcopal Española para destacar, 40 años después de la firma de la Constitución que homologó la Democracia en nuestro país, el esfuerzo que los diferentes agentes políticos, sociales y la Iglesia hicieron para lograr una Transición pacífica y una convivencia plena.
Este año, a partir de este miércoles 9 de marzo, se pondrá de nuevo en valor la vocación por la que la Fundación Pablo VI fue instituida, la promoción del diálogo con la sociedad y la cultura y dar respuesta, desde la propuesta de la Doctrina Social de la Iglesia, a los signos de los tiempos.
Relaciones Iglesia-Estado
La anterior edicón convocó a un mismo auditorio a figuras tan dispares como el cardenal Fernando Sebastián y María Teresa Fernández de la Vega, para aportar dos miradas diferentes en las relaciones Iglesia-Estado; al Cardenal Antonio Cañizares con Alfredo Pérez Rubalcaba para hablar de la aportación de la Iglesia a la educación; o el Presidente del PP, Pablo Casado, con el Presidente de la Junta de Extremadura Guillermo Fernández Vara y el Rector de la Universidad Pontificia Comillas, Julio Martínez, para hablar del papel de la Iglesia y los católicos en diálogo con la sociedad de hoy.
Un Foro en el que se contó con la presencia, además, de numerosas personalidades de la vida política, social y eclesial, como la Ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá; el abogado y político Adolfo Suárez Illana; el Presidente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Juan Velarde; la directora general de Cooperación Jurídica Internacional y Relaciones con las Confesiones, Ana Gallego; la secretaria general de Cáritas, Natalia Peiró; el ex presidente de Unió Democràtica de Catalunya, Josep Antoni Duran i Lleida y numerosos obispos y cardenales de la Iglesia española encabezados por su Presidente, cardenal Ricardo Blázquez.
“La Iglesia, aliada de la libertad y la convivencia”
El cardenal Fernando Sebastián comenzó su discurso haciendo un alegato a estos 40 años de democracia que los españoles “todavía no nos creemos del todo”, por “temores, desconfianzas y restricciones”. Y, sin embargo, reconocer su valor y la aportación de la Iglesia a ella es de crucial importancia.
Iglesia y Democracia son, en palabras del cardenal Fernando Sebastián “dos realidades absolutamente diferentes y del todo independientes” pero no son ajenas ni externas la una a la otra. “Las dos viven en el mismo ser humano y las dos existen para el bien del hombre, aunque sea en órdenes y con medios distintos”. Así, afirmó, la democracia “es una manera de promover el bien de todos los miembros de la sociedad, protegiendo su libertad, favoreciendo la comunicación, proporcionando ayudas y servicios para el desarrollo de la actividad y de la convivencia de toda la sociedad”. Y la Iglesia, “fomentando la fe en Dios y la justicia interior favorece el recto comportamiento de los agentes de la vida democrática”, “trata de promover en sus miembros el amor a la verdad y a la justicia, el cumplimiento de los mandamientos de Dios”, “es educadora de la conciencia moral de sus miembros, y aun de toda la población” y “favorece directamente la instancia ética que garantiza el buen funcionamiento de las relaciones y responsabilidades sociales”.
María Teresa Fernández de la Vega: “La Iglesia jugó un importantísimo papel en el paso de la dictadura a la Democracia”
Por su parte, María Teresa Fernández de la Vega defendió también en su discurso el esfuerzo que hizo la Iglesia en el paso de la dictadura a la Democracia gracias a figuras como el Cardenal Tarancón, “que abrió un camino que hemos ido recorriendo durante estos años” aunque todavía quedan muchos pasos por completar.
La Presidenta del Consejo de Estado comenzó enumerando los puntos en común entre la Iglesia y el Estado que son los que tienen que ver con la ética universal: “la ética de los cuidados, la ética de la solidaridad, de la responsabilidad universal y la justicia con todos”. En este sentido, destacó las Encíclica y documentos papales que hablan sobre la Justicia o la responsabilidad del Estado en velar por la dignidad de la persona humana. Mención especial a la Laudato Si del Papa Francisco sobre “la protección de la casa común”. “El Papa llama a un nuevo diálogo ante el desafío ambiental que nos incumbe y nos impacta a todos”, dijo. Pero, matizó, es necesario respetar la “urgente separación de poderes” y el trabajo “cada uno en su respectivo ámbito de actuación”
Siguiendo con sus citas al Papa Francisco, De la Vega compartió con él una reflexión reciente que realizó para la revista La Croix "un Estado democrático debe ser laico. Los estados confesionales terminan mal. Esto va contra la historia. Creo que una laicidad acompañada de una ley que defienda la libertad religiosa ofrece un marco para avanzar". Pero para la Presidenta del Consejo de Estado, esto último implica “una separación de lo que pertenece al ámbito privado de lo público”. Es decir, que "la libertad religiosa pertenece al ámbito privado, otra cosa es que la Iglesia pueda y deba contribuir a la cohesión social y realizar una labor social y humanitaria" aclaró, apuntando al artículo 16 de la Constitución.
Mesa redonda: “El papel de la Iglesia en la Educación”
La mesa redonda histórica fue seguida por un diálogo entre el cardenal arzobispo de Valencia Antonio Cañizares y Alfredo Pérez Rubalcaba. Un momento distendido moderado por el periodista Carlos Herrera donde los ponentes estuvieron más que de acuerdo en una idea clave: que el hecho religioso forma parte de nuestra cultura y debe ser enseñado en las aulas.
“Yo defiendo el estado laico, pero eso no significa que la sociedad sea laica”, aseguró el que fuera secretario general de los socialistas, vicepresidente con Rodríguez Zapatero y ministro de Educación y de Presidencia con Felipe González, en cuyos gobiernos trabajó desde 1982 en áreas relacionadas con la enseñanza. En su intervención recordó que el artículo “27 es el del consenso educativo”. Un consenso que el PSOE desarrolló con los conciertos educativos, que son para el ex ministro de interior, “el desarrollo exacto de la Constitución”. Y aunque “éste no es un tema tranquilo en la izquierda política” se declaró “gran defensor de este modelo”.
Tanto Rubalcaba como Cañizares dieron muestras durante el diálogo de conocerse y entenderse bien. Ambos coincidieron en la necesidad de una educación integral e impregnada de valores y en las críticas al modelo PISA, que evalúa la calidad de la enseñanza según parámetros puramente cuantitativos. Pérez Rubalcaba reconoció que el diálogo “no siempre ha sido fácil, aunque bastante productivo”, con un punto siempre más espinoso que los demás que ha sido el tema de los conciertos y su gratuidad. La falta de recursos públicos, explicó el que fue también ministro de Educación, ha llevado a esta distorsión de la concertada.
Sobre la integración de los emigrantes en los colegios concertados, Cañizares puso ejemplos de colegios de Valencia en los que el 70% son de integración. Rubalcaba aseguró que es consciente de los clichés que hay al respecto de ese tema, cuando "un sector de la población afirma que la escuela concertada se ha desentendido de los emigrantes".
Última mesa redonda: “El papel de la Iglesia en una sociedad democrática”
La última mesa redonda, moderada por el periodista Fernando Ónega fue la más política, con la presencia de Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta de Extremadura; Pablo Casado, en aquel momento presidente del Partido Popular y Julio Martínez, SJ.
El presidente de Extremadura recordó cómo los años de estudiante en colegios de la Iglesia y la educación de su madre moldearon a un hombre que se declara católico. “Creo en Dios, pero no creo en la patente de las verdades absolutas. Creo en Jesucristo. Creo en la familia y creo en todas las familias”.
Por su parte, Pablo Casado también recordó su trayectoria escolar y académica, siempre vinculada a obras de la Iglesia, con palabras especiales para el anterior rector de la Pontificia de Comillas, el P. José Ramón Bustos, que le dio el que ha calificado como “el mejor consejo que nunca nadie me ha dado sobre la vida política: en Estados Unidos cuando alguien sigue su vocación, las universidades se lo priman. Aquí no, pero sigue tu vocación política. Y la he seguido hasta hoy”. En su intervención, Casado defendió el papel esencial de la Iglesia para lograr una transición “tan pacífica y tan ejemplar”, haciendo una llamada de atención “a aquellos que quieren destruir ese éxito de la concordia".